Ecuador, 11 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

El FC Barcelona descubre sus límites y pasa de la mejor racha de la historia a la debacle

La eliminación del actual campeón de Europa parece confirmar una espiral descendente.
La eliminación del actual campeón de Europa parece confirmar una espiral descendente.
Foto: AFP
15 de abril de 2016 - 00:00 - Gorka Castillo, corresponsal en España

El mal del FC Barcelona tiene una difícil solución. El equipo ha perdido una de las dos patas sobre las que se asienta su juego: la presión. Porque este gran Barça de Luis Enrique no solo es toque sino una conjura diabólica para la recuperación que hace que los jugadores de los equipos rivales, cuando tienen el balón, se sientan como una gacela perdida en la sabana africana rodeada de hambrientos leones.

El Barça, en fin, ha perdido la fe y la alegría que han hecho grandioso su fútbol. Lo ratificó el miércoles en su eliminatoria de Champions frente al Atlético de Madrid. El equipo culé sufrió con el sacrificio de mártires de los aplicados jugadores ‘colchoneros’ que no le dejaron un solo resquicio para respirar.   

Cualquiera que haya visto al FC Barcelona en los últimos partidos, saldados con tres derrotas, un empate, una victoria de casualidad y un fútbol gris, propio de unos jugadores cansados a quienes sus sueños de gloria parece confundirles con otros de blancos arenales y cocoteros. Muchos de sus seguidores han comenzado a recordar con temor la última temporada del ‘Tata’ Martino en el banquillo; concretamente, su recta final.   

Fue también en abril pero de 2014 cuando los blaugranas arruinaron el año en otra eliminatoria de Champions jugada precisamente contra los ‘colchoneros’, cuando una semana antes aspiraba a ganar todos los títulos de la Tierra. Aquel fracaso sentenció definitivamente al estratega argentino que terminó despedido del club catalán casi como si se tratara de un forajido, en medio de la displicencia más absoluta de gran parte de su afición.   

El descalabro actual de Luis Enrique es una copia al de Martino, pero el trato dispensado es misteriosamente antagónico. Es lo que tiene el círculo de poder culé, siempre energético pero también voluble y muy caprichoso. El gran Johan Cruyff ya advirtió de su peligro. Luis Enrique, a diferencia del ‘Tata’, es un hombre de la casa que la pasada temporada conquistó 5 de los 6 títulos en liza y que hace unas semanas elevó el límite de imbatibilidad del Barça a los 39 partidos, quebrados por el Real Madrid cuando nadie lo esperaba.  

Pero tras lo visto en los últimos partidos, y en particular el miércoles en Champions, aquella derrota ante su eterno rival no fue un simple accidente. Es más, resulta sorprendente que ahora, en contraposición a lo que hicieron con Martino -a quien criticaban hasta por el color de sus ternos pese a firmar aquella temporada el mejor arranque de la historia del FC Barcelona con 13 victorias y un empate- nadie discute el trabajo de Luis Enrique. Ni siquiera cuando el desplome físico del equipo no es ya un temor en ciernes sino que se propaga con redobles de tambores y sonidos de trompetas. El miércoles en el Vicente Calderón quedó retratado.

Sin restar méritos al planteamiento táctico propuesto por Diego Pablo Simeone, el juego del Barça se ha atascado. Contra un equipo con alma proletaria como el Atlético de Madrid, al que meterle un gol equivale a robar la caja fuerte de la Reserva Federal, los catalanes mostraron que han perdido esa propulsión nuclear en su juego, que les ha permitido pasearse como una trituradora por esos estadios hostiles donde otros equipos se transforman en ‘gelatinas’. Así ganó las 6 Ligas, 4 Champions y 3 Copas Mundiales de Clubes de la última década.  

No es probable que su eliminación de la máxima competición europea vaya a desplomar su dominio en España al modo de la caída del Imperio Romano, pero la derrota ante el Atlético de Simeone puede marcar el desenlace del resto de la temporada. Y es que, por mucho que todavía queden pendientes 6 partidos para la resolución de una liga española que sigue comandando y que ganar la final de Copa del Rey al Sevilla no será ninguna simpleza, todos saben dónde descansaba la ilusión blaugrana: en la Champions.  

El FC Barcelona y Luis Enrique lo van a pasar mal las próximas semanas. Su proyecto deportivo pudo quedar gravemente herido el miércoles. Y no tanto por la eliminación sino porque no pudo sacar a relucir las virtudes de su equipo. Las últimas derrotas ligueras ante el Real Madrid y la Real Sociedad han complicado su liderazgo hasta el grado de que ya no cabe otro error.    

El juego de Messi está en fase menguante, Neymar ha desaparecido y basta con ver el histrionismo de Luis Suárez en cada disputa o la egomanía de Gerard Piqué, buscando en Internet lo que ha perdido en las canchas de fútbol, para comprender los padecimientos del equipo culé. Comienzan a sentirse vulnerables ante escuadras a las que pulverizaban sin compasión no hace mucho. Y esto para el Barça, además de insólito, es muy duro. (I)

 El 'hundimiento' del Barça frente al Atlético dispara las dudas

“Perdidos”, “Hundimiento”, “Campeoff”, la prensa española multiplicó ayer las expresiones para describir la ‘depresión’ en la que parece haber caído el Barcelona, eliminado en cuartos de final de la Liga de Campeones por el Atlético de Madrid.

“El Barça pierde el norte y dimite de la Champions”, tituló el diario deportivo catalán Sport, tras la derrota 2-0 en el Vicente Calderón.

La eliminación del actual campeón de Europa parece confirmar una espiral descendente que comenzó a principios de mes con la derrota en el clásico liguero español contra el Real Madrid (2-1), que puso fin a una racha de 39 encuentros invictos, una cifra que elevó al equipo a la altura de otros conjuntos de leyenda como el Real Madrid de Beenhakker de la temporada 88-89 (34) o el Milan de Fabio Capello de la temporada 1992-93 (36).  

La sufrida remontada en el partido de ida de cuartos de la Champions ante el Atlético (victoria 2-1) no sirvió para borrar las dudas, que volvieron con la derrota ante la Real Sociedad en Liga el sábado (1-0), antes de culminar en su eliminación del miércoles.

“Es una evidencia que no estamos en nuestro momento mejor, ni más efectivo y, sobre todo, si se tiene en cuenta cómo hemos estado”, afirmaba el miércoles tras el encuentro el técnico azulgrana, Luis Enrique (foto).

“Se puede perder un partido, no la identidad”, afirma en su columna este jueves el director de Sport, Ernest Folch, en referencia a la imagen dada por un Barça conservador.

Los diarios destacan la mano del atlético Gabi que debería haberse sancionado con penal en el último minuto del encuentro, “pero esa no es la explicación de una eliminación dolorosa que arroja muchas preguntas por contestar”, dice el diario catalán Mundo Deportivo.

“El Barça ha caído en una preocupante depresión futbolística”, dice Sport, insistiendo en que el miércoles el Barcelona fue “un equipo conformista y previsible”, a lo que se une la sequía goleadora de la antes temida ‘MSN’.

“La desaparición de la MSN le cuesta la ‘Champions’ a los culés y pone en riesgo la Liga”, según el diario deportivo Marca.

El Barça, que antes del clásico liguero contra el Madrid llevaba 9 puntos de ventaja sobre el Atlético, segundo en la Liga, ha visto reducirse la misma a 3 unidades a falta de 6 jornadas para el final del campeonato español.

En los últimos 5 partidos jugados por el equipo, en los que los azulgrana han marcado 5 tantos, solo 2 de ellos fueron obra de un miembro de la tripleta ofensiva ‘blaugrana’: el uruguayo Luis Suárez.

“Cracks invisibles”, tituló Mundo Deportivo, en referencia a Leo Messi, Neymar y Suárez, este último el único que mostró algo de garra el miércoles en una constante lucha con su compatriota del Atlético, el central Diego Godín.

Para el diario deportivo madrileño AS, Messi estuvo “errático, desaparecido”, mientras que Neymar fue “un gallo convertido en manso pollito”.

“En este bajón de rendimiento del ataque culé hay que destacar especialmente la figura de Leo Messi”, afirma Marca.

El delantero argentino lleva 5 partidos sin marcar y parece que se le está resistiendo el gol número 500 de su carrera, para marcar el cual tendrá otra oportunidad el domingo (14:30) frente al Valencia en Liga.  

También Neymar, que lleva ya 4 partidos sin ver puerta, está muy lejos de su mejor versión de la temporada.

“No creo que lo que nos pasa sea un bajón físico”, alegó tras el encuentro el defensa azulgrana Gerard Piqué, que insiste en que “ahora nos tenemos que levantar porque nos jugamos la Liga y la Copa del Rey y esperemos ganar esas 2 competiciones, que son muy bonitas”.

El Valencia supondrá una difícil piedra de toque para un Barça, que suma 2 derrotas consecutivas en liga y necesita imperiosamente la victoria para evitar ser alcanzado por el Atlético de Madrid (2º), su verdugo en Liga de Campeones el miércoles, del que solo le separan 3 puntos antes de la 33ª fecha del campeonato español.

La lucha por el título se ha reactivado las últimas jornadas merced al empate y a las 2 derrotas consecutivas que acumula el líder FC Barcelona. En esa tesitura la victoria ante un renacido Valencia se antoja vital. Pero el cuadro valencianista parece otro de la mano de su nuevo entrenador Pako Ayestarán y buscará desquitarse de la humillante eliminación copera sufrida a manos del conjunto culé (8-1 global), cuando el técnico era el inglés Gary Neville. Los hombres de Luis Enrique podrían afrontar el partido con una presión extra si el Atlético se impone el domingo al Granada (17º).

El Real Madrid, tercero en discordia a 4 puntos del Barça, tendrá un enfrentamiento el sábado a priori asequible ante el vicecolista Getafe.

Los hombres de Zinedine Zidane necesitan, sin embargo, que fallen los 2 rivales que les preceden. (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media