La actriz y productora de cine, televisión y teatro, Mimí Lazo, visitó Guayaquil esta semana para presentar su monólogo ‘El aplauso va por dentro’, en el teatro Sánchez Aguilar. En su presentación reveló varios episodios de su vida y con el que deja un mensaje de superación y autoestima para las mujeres.

Mimí Lazo es recordada en Ecuador por su interpretación en telenovelas como De Mujeres, La Madame, El Desafío, El país de las mujeres, Mi gorda bella, Las González, Voltea pa’ que te enamores, ¿Vieja yo?, Harina de otro costal, entre otras.

Antes de su actuación, Mimí habló en exclusiva con este Diario y reveló detalles de su vida personal y los altibajos de su carrera como actriz.

Mimí es conocida por su fuerte carácter en todos los sentidos. Se casó a los 15 años y después hizo un desnudo en el cine desatando polémica en su país. ¿Por qué esa rebeldía?

No es rebeldía. Lo que pasa es que soy una provocadora y estoy en contra de la doble moral. Cuando hice ese desnudo la gente me trató muy mal. Prácticamente me exiliaron del país, pero no hay mal que por bien no venga. 

¿Qué elementos debe tener un libreto para que Mimí Lazo quiera hacerlo suyo?

Siempre busco papeles que enriquezcan a la mujer. Que les dé empuje y reflexionen que deben valorarse más y echar pa’ lante. He roto los paradigmas porque he hecho el papel de la guapa, la gorda, etc.

Después de tantos éxitos en telenovelas y obras de teatro, usted sigue haciendo casting o se da el lujo de aceptar o rechazar papeles...

Bueno ya no hago casting, pero eso no quiere decir que sea una diva porque no soy. Pasa que llegas a una etapa en donde te ofrecen los personajes y escoges lo que mejor te convenga.

Usted inició haciendo cine y después de dos años se involucró en las telenovelas, cuando Venezuela era prácticamente una potencia en estas producciones. ¿Por qué en su currículo hay más créditos en cine y teatro que en los culebrones?

Fuimos una potencia en las telenovelas porque estuvimos muchos años estancados con producciones de bajo costo. Sí hemos hecho algunas cosas estos años, pero no como antes. Uno debe buscar alternativas y yo también soy productora.

Usted en todos sus personajes acaricia el realismo social, el drama y la comedia. En todos ellos hay una mujer de fuerte carácter, pero dócil a la vez. ¿Es acaso el reflejo de Mimí Lazo?

Bueno, debe de haber algo de eso. Uno le da matices personales a cada uno de sus personajes.

Lo mismo ocurrió entonces con su personaje de Margot Batallas en la telenovela ¿Vieja yo? en el que interpretó a una mujer que tenía que luchar contra la infidelidad y sacar adelante a su familia. Además se enfrentaba al miedo de la edad porque era una mujer de 50 años.

Ese es uno los personajes que más me ha gustado en la vida porque, a pesar de mi edad, seguía siendo protagonista de mis historias y eso en un país tan vanidoso como Venezuela es un logro bien grande.

Además fue divertido porque trabajé con mi exmarido (Jean Carlos Simancas) con quien tenía escenas en donde lo trataba mal y le ponía los cachos. En la novela me vengué de él.

Usted siempre ha defendido los derechos de las mujeres en cada uno de sus personajes. ¿De dónde nace toda esa vitalidad y compromiso?

Gracias a Dios he trabajado en personajes que van en contra de todo lo convencional. El demostrar que las mujeres pueden lograr muchas cosas igual que los hombres. Siempre dándoles el empuje necesario. Mira, Margot era una mujer que no se dejaba de nadie y trabajadora. Conoce a un muchachito y se enamora a pesar de sus 50 años y eso funcionó. Eso pasa en la vida real también.

Usted al igual que Margot se casó con un hombre menor...

Sí fíjate, pero con la diferencia de que yo era conocida y él recién estaba empezando en esto. Yo hacía teatro cuando lo conocí. Pensé que esto era solo una relación de tres días, pero ya tenemos 17 años juntos. 

Más allá de ser dos actores reconocidos, ¿qué tienen en común Luis Fernández y Jean Carlos Simancas que tocaron las puertas de su corazón?

Te puedo decir que Luis es un hombre maravilloso que me respeta en todos los sentidos. Es como una bendición porque él está conmigo en todos los momentos y nos llevamos muy bien como pareja y como amigos.

¿El monólogo ‘El aplauso va por dentro’ tiene algo de Mimí?

Tiene todo porque es la historia de mi vida. Llevo desde el 95 haciendo este trabajo y siempre con éxito.

¿En qué otros proyectos está participando?

Estoy rodando una película en Europa sobre cinco amigas (gays) y cuya historia es la solidaridad que debe primar en uno como mujer y en una amistad.

Puede haber solidaridad femenina en el mundo gay.

Desde luego. Ellas son más solidarias, confidentes y amigas que nosotras las que no somos gay. He aprendido tanto de los gays que si vuelvo a nacer me meto de gay. (risas)

¿Mimí, si usted hubiese nacido hombre cree que habría llegado al momento en que está ahora...?

Te cuento que yo soy como un hombre. Todo el mundo me dice que soy machona (risas) porque me enfrento a la vida con vitalidad y para mí no hay debilidad en ningún sentido.

¿Qué es lo que más admira usted del sexo opuesto?

¡Todo! En especial su inteligencia.

¿Y qué personajes la inspiran?

Admiro mucho a Angelina Jolie, porque es una mujer que lucha por sus ideales y está siempre trabajando por los demás. Mira que criar a seis niños es una cosa tremenda. También admiro a Madonna, porque son personas que tienen ese mismo carácter. De hecho le compré un cuadro para regalárselo, pero se lo daré cuando la vea.

¿Qué tal la experiencia de conocer y trabajar con esos grandes actores?

¡Increíble! Son personas maravillosas.

¿Cómo se consiente usted después de un día largo de trabajo?

Me encanta el yoga. Lo practico  todos los días y eso me ayuda muchísimo para verme y sentirme bien. Cuando no hago un día quiero pelear con todo el mundo.

Mimí, ¿cómo la ha tratado Guayaquil?

No he tenido la oportunidad de conocerla mejor, pero lo que he visto me encanta y la gente me ha demostrado mucho cariño. Espero que me vuelvan a invitar en otro momento. Los amo.