El salsero Andy Montañez celebra sus 50 años de carrera artística y lo hará a lo grande con una serie de conciertos por varias ciudades latinoamericanas.

La próxima semana ofrecerá un concierto en Lima y antes de su arribo conversó con el diario La República para revelar detalles de esta celebración.

-¿Cómo usted aún siendo niño del humilde barrio de Trastalleres, en Puerto Rico, llega a los escenarios?

Fue mi madre la que me escuchó cantar y decidió llevarme a participar a un programa de aficionados. Ahí es donde se puede decir que me inicio en la música.

-¿Y qué opinión tiene de los realities que buscan nuevos talentos musicales?

Bueno, las cosas han cambiado mucho. Yo apoyo a todos aquellos talentos que buscan una oportunidad a través de un programa. Lo que me parece injusto son los jurados de esos programas. Antes, los que eran buenos ganaban, sobresalían, se les apoyaba. Ahora no, ahora se tiene que eliminar y premiar a uno solo. Esas son las reglas, no las comparto por eso jamás sería juez de esos programas.

-Sus inicios no fueron con la salsa sino con el bolero...

Así es, desde muy chico me gustó el bolero, incluso llegué a formar un trío con los amigos del barrio. Más adelante grabé un disco con ese género junto a Ismael Miranda. Hasta ahora me gusta mucho el bolero pero la gente me conoce más como salsero. 

-¿Le gustaría volver a cantar boleros?

Sí, precisamente ese es mi próximo álbum que sale en noviembre. He grabado un disco en homenaje al bolerista cubano Fernando Álvarez quien ya falleció. Ahí hago algunas fusiones, le pongo un toque de jazz al bolero.

Otra fusión que hizo es la salsa con reggaeton, ¿cómo respondió su público a eso?

Esa fue una fusión muy rara pero yo pienso que al público le gustó y la aceptó. Me animé a hacer salsatón con Daddy Yankee y Julio Voltio porque no le temo a los nuevos ritmos. Todos los géneros tienen su espacio pero también todos pasan por sus altas y sus bajas.

-Luego de 15 años en El Gran Combo, ¿cree que fue buena decisión abandonar la orquesta?

No fue fácil tomar esa decisión, estaba en una gran orquesta y los integrantes eran mis amigos. Rafael Ithier es mi compadre, padrino de mi hija mayor, pero recibí la propuesta de irme a Dimensión Latina a reemplazar a Óscar de

León y lo tomé como un reto, pese a que Óscar es insustituible. Ese fue uno de los pasos más importantes en mi carrera. Si no me hubiera ido del Gran Combo, no sería solista y no estaría alistando hoy mi visita a Perú.

-Además, pasó por la actuación...

Esa ha sido una linda etapa de mi carrera. He hecho cine, teatro y muy pocos saben que también hice zarzuela. Pero creo que aún me falta algo por hacer, ¿qué cosa? seguir cantando. Mientras que Dios quiera, seguiré en los escenarios.

-Son muchos éxitos los que la gente siempre le reclama, pero si usted tuviera que elegir un tema, ¿con cuál se queda?

A mí me gusta ‘Las hojas blancas’.