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Rosanna Queirolo, la hija de un militar que triunfa en la moda

Rosanna Queirolo, la hija de un militar que triunfa en la moda
18 de agosto de 2013 - 00:00

Tal vez cueste creer que a una mujer tan vinculada con la moda como Rosanna Queirolo no jugaba con las muñecas Barbie durante su niñez. Más bien prefería practicar deportes, entre ellos el béisbol con sus amigos.

Y aunque con el tiempo se convirtió en una mujer con apariencia de Barbie, lleva una vida competitiva que la ha convertido en una prominente empresaria, tras experimentar el modelado, la televisión, radio y una fugaz participación en la política.

Es considerada una de las mujeres más bellas del país y lleva un estilo de vida como las grandes personalidades del espectáculo hollywoodense. Practica deportes para mantenerse en forma y lo complementa con una dieta saludable, que le permiten “estar de pie” en todo momento y enfrentar nuevos retos y desafíos. Ella comparte un poco más de sus vivencias y revela detalles de sus proyectos en la industria de la moda.

¿Qué tan especial es el ser la hija de un militar?
Fue maravilloso, porque eso fue lo que realmente forjó mi personalidad. Mi padre era una mezcla de todo. Era un hombre muy recto y a la vez cariñoso, gentil, y evidentemente esa fusión fue lo que marcó mi vida. Fue mi modelo a seguir. Te puedo decir que fue fantástico porque él era dedicado a sus hijos, nunca tuvo vicios y le gustaba compartir con nosotros. Nos dio ejemplo de honestidad, rectitud y de trabajo. Él hizo que nosotros pensemos que el mundo era eso.

¿Él nunca utilizó el rigor de la milicia en casa?
Me exigía bastante a mí por ser la mayor, pero realmente no daba motivos para que me reprimiesen o me alzaran la voz.

¿Es cierto que prefería jugar con los niños que a las muñecas?
Sí, en algún momento pensé que debí ser hombre. Era una niña poco convencional. Nunca me veía al espejo, llevaba el cabello corto y jugaba béisbol con mis vecinos. Imagínate que en mi cuarto tenía televisión, radio y todas las muñecas habidas y por haber y no jugaba con ellas. No usaba vestiditos ni andaba bien arregladita, peor jugar con las Barbies. Me interesaban otras cosas.

¿Qué cosas?
Me gustaba ser la primera del salón. Estudiaba mucho e iba a clases de inglés, francés y piano. Fui una niña muy tranquila y amaba el ballet. Jugaba tenis. Tenía una rutina muy marcada, incluso me dormía muy temprano.

Entonces quiere decir que desde pequeña ya despuntaba como deportista.
La verdad que sí. Cuando era pequeña hacía atletismo, salto alto y jugaba básquet. Ahora el atletismo se convirtió en maratones internacionales de 42.2 kilometros, triatlón, vóleibol de playas y crossfit. Competí de forma amateur en Miami y Chicago. Nunca de élite, porque fue recién a los 30 años que me di cuenta que me gustaba mucho correr. Ya en ese entonces estaba casada y tenía cuatro hijos.

¿De dónde saca la vitalidad para hacer tantos deportes?
Siempre he sido muy activa y no me gusta la monotonía. Trato siempre de variar para no aburrirme. Un día nado, al otro hago pesas, al siguiente corro y después juego vóleibol, crossfit e inclusive yoga, si estoy hecha pedazos. Me fascina el deporte y siempre le dije a mi madre que hubiese sido una deportista élite o una balletista.

¿Sus hijos siguen sus pasos?
No se los he impuesto, pero ellos lo hacen porque les gusta. Al mayor de mis hijos varones le encanta el tenis. Le digo que nació con una raqueta en la mano. Es muy deportista, ya que después de su trabajo hace cualquier deporte. Al otro le encanta el paintball y practica atletismo. El año pasado hicimos cuatro competencias juntos y la pasamos muy bien.

¿Qué dice de sus hijas?  
Son más tranquilas y aman el yoga. Son impresionantemente artísticas. La mayor es graduada como Diseñadora de Modas en la Universidad Parsons de Nueva York y la menor es presidenta en el departamento de Visual Art en una universidad solo para artistas, en Boston. Mis hijos van a ser ingenieros porque se inclinan por los números.

Digamos que es una madre satisfecha con los logros de sus hijos..
La verdad que sí. Cuando son pequeños uno se angustia por hacer lo correcto y alejarnos de cualquier vicio como el alcohol, las drogas o que tengan malas amistades. Pero tengo que decir que mis cuatro hijos son una bendición y están concentrados en crecer como personas y profesionalmente. Estoy orgullosa.

Ahora que sus hijos están grandes y viven en Estados Unidos, ¿tiene más tiempo para usted?
Digamos que sí, porque tengo más tiempo para dedicarme a mis proyectos. Estoy enfocada a mi marca Blash, con la que pude abrir espacios en moda, hogar, belleza, deporte, entre otros aspectos. Ahora tengo una colección fresca para chicas llamada Blash too.

¿Extraña la televisión?
No tengo tiempo para extrañarla porque estoy muy ocupada en estos momentos. Lo que sí creo que hace falta es una televisión diferente, a pesar que hay cosas buenas en nuestra pantalla. Me encantaría producir un programa en el que pueda transmitir mi estilo de vida.

Y qué me dice de la radio...
Es la misma historia, pero pude mantener algunas cápsulas informativas en radio Forever. Ir y estar una hora y media todos los días se me hizo imposible.  

¿Qué aspectos marcaron su vida que hizo que lanzara Blash y después Gourmet Market, su restaurante?
Las ganas de independizarme y ser feliz. Tu puedes estar efectuando un trabajo muy importante, pero si no eres feliz es porque algo está mal. Yo en ese entonces estaba en la política. Quería tener algo mío, ser independiente y que me hiciera feliz. Fue ahí cuando creé Blash by Rosanna Queirolo y nos unimos hace tres años con Megamaxi y nos está yendo muy bien.

Defíname Blash...
Realmente no quiere decir nada si lo buscas en Google. La creé junto a mi hija después de hacer una larga lista. Hice un sondeo entre amigos y nos dimos cuenta que si pegaba. Ahora refleja lo que soy. Blash para mí es independencia, agilidad y sobre todo lucir bien.

¿Usted estaba segura que su propuesta iba a tener la acogida que ha logrado?
Es normal sentir cierto temor o miedo, pero creo que todo salió como lo planificamos. No es que yo ahorita vine y quise poner esto porque sí. Todo ha seguido un proceso que se ha extendido en las otras líneas como la de hogar, etc.

¿Con su propuesta, de qué forma usted contribuye al crecimiento de la industria nacional?
Amo a mi país y quiero convencer a las personas que aquí está lo mejor. Hay mucha mano de obra ecuatoriana buena.

Antes que Blash llegue a una ciudadana común, ¿cuál es el proceso?
Trabajamos con diez fábricas textiles y las visito para seleccionar telas y todo lo que vamos a utilizar para las colecciones. Al año sacó cuatro y cada una de ellas tienen de tres a cuatro ‘mini colecciones’, por decirlo de alguna manera.

¿Qué es lo que más cuesta en ese proceso?
La verdad que la mano de obra ecuatoriana es muy buena, pero tenemos que decir que es bien difícil conseguir buenas costureras. Creo que deben haber mejores escuelas de costura para que el trabajo final sea casi perfecto. Hay buenas costureras, pero deben perfeccionar su estilo.

¿Cuándo llega el proceso creativo de Rosanna Queirolo?   
Más que artista me considero una empresaria de la moda y siempre he dicho que no me interesa vestir a la alta sociedad. A mí me gusta cocerle a todo el mundo y que la gente se vista igual que yo y con los precios justos. Lo mío es “fast fashion”, que cualquiera la pueda utilizar todos los días de la semana. Nada de diseños exclusivos, porque lo mío me permite usar lo que está en boga en otros países.

¿Y sí le alcanza el tiempo para Gourmet Market?
Muy bien. Yo siempre me preguntaba por qué en el Ecuador no existe un lugar informal y rico en donde realmente puedas comer algo bien elaborado y con ingredientes de primera. Yo soy amante de la comida limpia. Me gusta que el salmón esté acompañado de su ensalada y sin muchas cosas. Todo está elaborado por nosotros. El croissant y las salsas... todo.

¿Qué tan diestra es para la cocina?
Sí cocino. Comida sana.

¿Con tanto trabajo cuándo recarga pilas?
 Bueno, los fines de semana de vez en cuando me voy a que me den un masaje o me quedo en casa viendo televisión o leyendo. Soy bien informativa. Me gusta leer el periódico, revistas y todo lo que informe de lo que está pasando. La Internet ayuda también. El domingo no salgo de casa. Veo películas románticas, comedia y nada subreal. No me gusta la violencia extrema.

¿Que tan romántica es Rosanna Queirola?
Sí, mucho. Mis hijos me dicen que soy super golosa. Pero sí creo que soy romántica. Me gusta compartir, pero no ser íntima de nadie. Ando con muy poca gente.

¿En materia de amor, en qué etapa está?
Estoy súper feliz. Estoy con alguien hace tres años y nos va muy bien. Hay planes futuros y estamos muy contentos.

¿Cuéntenos cuáles son esos planes?
No porque si los cuento pueden desbaratarse. Lo que puedo decir es que me apoya mucho, porque realmente tenemos un mismo estilo de vida. Viajamos, nos gusta hacer lo mismo, comer lo mismo... es chévere haber encontrado la otra mitad de mi naranja. Creo que estoy pasando el mejor momento de mi vida, ya que las cosas me están saliendo como esperaba.

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