Una fusión de sonidos de música electrónica, reggae, ska, soul, salsa, rock alternativo, hip hop andino, electrónica, entre otros ritmos, retumbaron por diez horas el último domingo en el Parque Itchimbía, durante el cierre de la décima edición del festival internacional Quitofest.

Al igual que en sus dos primeros días (viernes y sábado), el festival contó con la presencia de miles de personas que desde el mediodía comenzaron a llegar al lugar para ubicarse cerca al escenario y disfrutar del show gratuito, que la Fundación Música Joven viene desarrollando desde el 2003.

Pese a que la organización del festival insistió en que no ingresen con cadenas, correas y otros objetos no permitidos, hasta el último día del evento hubo quienes no hicieron caso a estas medidas, por lo que el control al ingreso se realizó de forma intensa.

Una vez dentro del parque, el público disfrutó del show en vivo de ocho bandas nacionales y 2 extranjeras. Los Rampses, de Salcedo, fue la banda encargada de abrir el evento, que a ritmo de reggae de los setenta, ska, dub y mestizaje afro andino, se apoderaron del escenario por 45 minutos.

A las 13:00, cuando mayor cantidad de personas comenzó a ingresar al Itchimbía, le tocó el turno a la banda quiteña The Liners, que concentró al público con su música jamaiquina y soul de los sesenta. Esta es la primera banda en Ecuador dedicada enteramente a la música jamaiquina de la década de los 60 (un comienzo del ska tradicional), y se dio a conocer en 2007.

“Debo confesar que no los había escuchado antes, pero me gusta que los grupos ecuatorianos nos presenten algo nuevo, me gustó mucho”, comentó Cecilia Solano, una de las adolescentes que asistió al festival en compañía de sus amigas.

Después de cada presentación de los grupos, cuando los integrantes de The Liners dejaron la tarima, el personal contratado para tener a punto el sonido, los instrumentos y los distintos equipos que estuvieron sobre el escenario, se movían de forma rápida para adecuar lo necesario para los músicos que les tocaba intervenir pues, como en años anteriores, a un lado del escenario tenían un reloj que no paraba y controlaba el tiempo de cada show.

Una vez que todo estuvo listo, el quiteño Stich apareció en el escenario para interpretar algunos de los temas de su material discográfico ‘Pasajeros’, poniéndole el toque electrónico a la tarde.

El hip hop andino de Los Nin llegó para conquistar a nuevos seguidores. “Desde hoy soy un fan del grupo”, dijo uno de los presentes al escuchar las letras y los sonidos de las canciones de esta banda otavaleña. Los músicos, que manifestaron tener una trayectoria de 6 años y sentirse contentos por haberse presentado por primera vez en un escenario con el del Quitofest, están acostumbrados a interactuar en sus presentaciones con instrumentos, ritmos, melodías y hasta el lenguaje de varios tipos de culturas.

La propuesta de sus letras se inclinan por la ideología, la historia y la política, las cuales se complementan con los instrumentos de la zona andina sudamericana (charango, quena, bandolín, mandolina, zampoña, y otros), con instrumentos modernos occidentales (guitarra eléctrica, batería, violín, bajo, samplers, etc.), además de las voces y el uso del idioma quichua y castellano.

La música de la orquesta de latín ska fusión, La Piñata, el ritmo salsero de La Malamaña y el reggae  de Spiritual continuaron con el show, antes de darle paso a la primera banda internacional: Doctor Krápula, de Colombia. Esta agrupación de rock alternativo latinoamericano, transmite mensajes de transformación y de activación de la conciencia a través de su música popular mestiza.

La banda mexicana Kinky, conformada por Gil Cerezo (voz), Carlos Chairez (guitarra), Omar Góngora (batería), Ulises Lozano (teclados) y César Pliego (bajo), también se reunió con sus seguidores ecuatorianos. Kinky ha obtenido 5 nominaciones para los Premios MTV, una en 2002 y cuatro más en 2007, lanzó en 2011 su más reciente producción discográfica titulada ‘Sueño de la máquina’, producida y mezclada por John King, de los legendarios Dust Brothers.

El cierre del festival estuvo a cargo de la banda de reggae Sudakaya, de Ambato, que anunció que ese es el último show que brindarán pues sus integrantes han decidido seguir con otros proyectos.