La misma noche que Paulina Aguirre recibió el Grammy Latino, hace tres años, hubo un momento que la impulsó  a pensar que para el tercer material sus composiciones tendrían como eje los temas sociales. 

Aquello ocurrió cuando a pocas horas de que su nombre fuera anunciado como la ganadora a Mejor álbum cristiano y recogiera nerviosa el gramófono -el primero para una cantante de Ecuador-, el estilista que arreglaba su cabello se atrevió a confesarle sus intenciones de suicidarse por todos los abusos de los que había sido víctima desde niño, y lo cansado que ya estaba.

Precisamente, gracias a esa conversación nace el primer tema Rompe el silencio -que de hecho da nombre a su nuevo álbum-. Según Paulina, “habla de la experiencia de un amigo, de la experiencia de los varios abusos que vivió y cómo pudo salir de eso a través de conocer a Dios”.

La cantautora, nacida en Loja, cuenta que luego surgieron otros como Estoy aquí, que habla del aborto; Sin miedo, que escribió sobre la experiencia de haber pasado por ataques de pánico y que está dedicado a las personas que tienen problemas de ansiedad y depresión.

Otros son Los días pasan, que compuso a su padre que falleció el año pasado. “Este es un tema que se centra en cómo nos olvidamos de los ancianos, cómo no los escuchamos y queremos creer que sabemos más que ellos”; y Abrázame, para momentos en que no se necesitan tantas palabras sino un fuerte abrazo.

Son cinco de los doce temas que componen su álbum, que a finales de este mes lanzará y con el que prepara una gira por Perú en agosto y, además, aprovechará para visitar Ecuador y ofrecer tres conciertos en Guayaquil, Quito y Cuenca. “A diferencia de los anteriores, este es un disco bastante autoral y más acústico, con temas agradables al oído, más unplegged, que se puede tocar con una guitarra tranquilamente”.

Igual que en su anterior material, para la producción de Rompe el silencio, Paulina volvió a rodearse de un equipo que ya lleva  años en la música.

Una es Claudia Brant, ganadora del premio Ascap a mejor compositora del año, a quien conoció  en la entrega de los Grammy Latino. “Con ella tenemos una bonita amistad y mucha afinidad  en la parte de composición. Claudia es una escritora bastante rápida al igual que yo, no estamos divagando. Por eso cuando trabajamos un par de horas tenemos una canción”.

Asegura que así  sucedió cuando compusieron juntas otros temas para el disco, como son   Confío en ti y Tengo tanto para dar, que se  utilizará como  himno en la Fundación Mujer de Fe, que creó hace cuatro años y en la que trabaja en proyectos sociales, paralelamente a la música.

Lo de su labor altruista, dice, “es un tema de responsabilidad social. Un Grammy te abre muchas puertas, un nombre que nadie te lo puede quitar, la  credibilidad como compositora y que aprecien tu trabajo. Pero solo tú decides que harás con todo eso. En mi caso elegí ayudar a gente que lo necesite, a través de la fundación que trabaja junto con la sociedad de autores BMI de Delia Orjuela, una de las mujeres más influyentes de la música, según la Billboard, quien es parte de la fundación y tiene una carga genuina. Con ella vamos a realizar una serie de conciertos y eventos de recaudación como parte de la campaña en contra del abuso”.

Agrega que para ella “es importante hacer algo desde donde estoy, pero obviamente con el enfoque para mi país, porque soy ecuatoriana y tu tierra te llama”.

Pero Brant y Orjuela no son las únicas amistades que le ha dejado en el camino conseguir un gramáfono. Taboo, de los Black Eyed Peas, también es otra de ellas.

“Él es una persona con una experiencia de haber pasado por las drogas, el alcohol y muchas cosas que lo llevaron a estar a punto de destruir su vida. A él como que la fama le agarró mal, pero luego logró enfocarse y tener una familia maravillosa. Es un talentoso, creativo, que se preocupa por los migrantes y eso es algo que nos identifica”.

Dice que aunque Taboo no participó en la producción de su álbum Rompe el silencio, Paulina lleva algunos meses trabajando en el disco como solista que él prepara.

Quizás por esa misma razón en el tema Eres, la cantautora lojana experimenta con música electrónica: “al final te dejes influenciar, porque estás trabajando tres veces a la semana con él. La gente a lo mejor no se imagina escuchar mis temas con algo de electrónica, pero cuando tú eres compositor  debes manejar cualquier tipo de música. Ser versátil”.