Hace 15 años una  intervención quirúrgica  llevó a Nancy  Arroyo  a vender su casa en el norte de Guayaquil y comprar una más pequeña en Mucho Lote.  Cinco años después  debió repetirse la operación (prefiere no decir en qué parte de su cuerpo). Para hacerlo, la viuda del cantante Julio Jaramillo vendió por segunda vez su vivienda y se convirtió en la  inquilina de uno de los departamentos del Barrio Orellana, en el centro de la ciudad.

Aquella necesidad de  tener su casa propia, según Nancy, fue lo que la impulsó a   subastar el último pasaporte que utilizó el Ruiseñor de América a través de la página www.mercadolibre.com.ec. La base para el remate fue 10 mil dólares, según explica la viuda de JJ. Ayer retiró esa oferta.

Agrega  que el dinero que esperaba recaudar de la puja tenía el objetivo de completar la suma para la entrada de una casa propia.

“La oferta fue muy baja y no me iba a servir para lo que  necesitaba. Además, no iba a permitir que se  devalúe el valor del pasaporte  y perder algo tan preciado que tengo. Era como desprenderme de un pedazo de mí misma y algo que guardé con tanto amor”, asegura la viuda de JJ, quien es vendedora de bienes raíces y  escritora. De hecho, alista el lanzamiento de su segundo  libro: “Dios no me guardó el secreto”.

Sin embargo,  la  iniciativa de la subasta fue cuestionada por la cantautora ecuatoriana Marisol Bowen y por  Luis Alfredo Jaramillo, uno de los hijos que el también conocido “Mr. Juramento”  tuvo en Venezuela.

Ambos artistas, quienes lanzaron  el  disco “Con la misma sangre” el pasado 8 de julio, emprendieron la noche del martes una campaña por Facebook y  Twitter en la que pedían  se detuviera la comercialización del pasaporte de JJ.
“Él es un patrimonio ecuatoriano.

Es nuestro y todo lo que a él respecte es del Estado nacional. ¿Hasta cuándo se permite cometer crímenes de esta índole? Levanto mi voz de protesta”, escribió Bowen en su muro.

De hecho, la nieta de Lucho Bowen, quien grabó un LP con JJ, escribió una carta dirigida al presidente de la República, Rafael Correa; a la Ministra de Cultura, Érika Sylva Chavret; y a la directora del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural,  Inés Pazmiño Gavilanes,  a quienes solicita que se rescate el pasaporte de quien lo comercializa y que sea entregado al Museo Julio Jaramillo.

Pablo Salgado, asesor de la Ministra de Cultura, explica que “los bienes patrimoniales privados sí se pueden negociar, pero no pueden salir del país sin autorización”.

Por su parte Luis Alfredo contó que su hermana Nadia Jaramillo  Navarrete fue quien le comunicó sobre la subasta. Desconociendo quien planteó la subasta, dijo “que no es justo el que alguien se lucre con un tesoro tan valioso que dejó su padre. Son objetos que no tienen precio, pero sí un valor sentimental”, opinó sobre el pasaporte que Nancy  Arroyo quiso vender para comprar su casa.