El oscarizado actor estadounidense Matthew McConaughey sumó un premio más a la lista de galardones que ha atesorado en el último año, al recoger su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

"Hoy es un día especial. Es un gran momento en mi carrera y para mi familia", afirmó el artista, bajo la atenta mirada de su esposa, la brasileña Camila Alves, y sus tres hijos, Levi, Vida y Livingston.

Sus compañeras de reparto y el director de "Interestelar", la oscarizada Anne Hathaway, Jessica Chastain y Christopher Nolan, tampoco se perdieron el emotivo acto celebrado frente al museo de cera Madame Tussauds de Hollywood, donde se congregaron cientos de fans entusiasmados por ver a su estrella favorita.

El actor, nacido en Texas (sur) hace 45 años, afirmó que la industria cinematográfica le ha dado "la oportunidad de vivir sueños" que desconocía. "Sueños que sigo encontrándome por el camino", puntualizó.

"Antes de cumplir los 18 años sólo había visto dos o tres películas", recordó el actor. Pero cinco años después de cumplir la mayoría de edad hizo su primer film, "Dazed and Confused".

"Poco imaginaba que esto se acabaría convirtiendo en mi carrera y en algo que he aprendido a amar, algo que sigo aprendiendo a amar cada vez más", afirmó McConaughey, que vestía un traje chaqueta y chaleco claro y se protegía del intenso sol con unas gafas oscuras.

McConaughey vive el mejor momento de su carrera. Hace apenas ocho meses se alzó con el Oscar al Mejor actor por interpretar a un texano homófobo enfermo de sida en "Dallas Buyers Club", un papel con el que también ganó el Globo de Oro.

Su escena en "El lobo de Wall Street" donde se da golpes en el pecho mientras canta una canción junto a Leonardo DiCaprio se ha convertido además en uno de los momentos más icónicos del cine reciente.

Desde hace diez días, el actor está cosechando de nuevo los frutos del trabajo bien hecho con "Interestelar", donde da vida a un astronauta que viaja al espacio en busca de un planeta para los humanos, una historia que sobre todo reflexiona sobre el amor de padres a hijos.

El film ha recaudado 322 millones de dólares en todo el mundo desde su debut, 100 de ellos en Estados Unidos.