Nadie sabía quién era Liam Hemsworth cuando recién había llegado a Hollywood desde Australia para protagonizar la película ‘The last song’ (‘La última canción’, 2010) para la factoría Disney con la ahora controversial Miley Cyrus como protagonista.

De hecho, en aquella cinta ambos iniciaron un romance que terminó hace algunos meses, según algunos por una supuesta infidelidad de Hemsworth con la también actriz January Jones mientras que otros afirman que el australiano ya no soportaba a la ex Hannah Montana quien había iniciado un escandaloso estilo de vida con su carrera como solista. Incluso había planes entre ambos para casarse.

Su vida amorosa, en ocasiones, resulta más mediática que su misma carrera como actor.

Últimamente se lo ha vinculado con la histrión mexicana Eiza González, una de las protagonistas de la telenovela ‘Amores verdaderos’.

Existen una secuencia de fotos reveladoras, aunque en mala resolución, del australiano y la azteca besándose. Ninguno de los dos niegan o confirman una posible relación. Ella solo se limita a decir que ahora residirá en Los Ángeles por un par de proyectos fílmicos, uno de esos dirigidos por Robert Rodríguez.
Los medios sensacionalistas también apuntan a una probable reconciliación entre el australiano, de 23 años, y Cyrus, de 21. Describen que él aún no la ha olvidado y que, pese a sus extravagancias, está dispuesto para ofrecerle una nueva oportunidad.
Para Liam no ha sido fácil mantenerse en vigencia, pues a ratos su fama se ha visto opacada por la de su hermano mayor Chris Hemsworth, mejor conocido por interpretar a Thor.

La oportunidad de equilibrar la balanza le llegó a Liam con otra saga fílmica, la de ‘Los juegos del hambre’ (‘The hunger games’, basada en la obra literaria de Suzanne Collins.

El estreno de la segunda película de la saga (Los juegos del hambre: en llamas) coincide, casi al mismo tiempo, con la película ‘Paranoia’, en la que comparte créditos con Harrison Ford y Gary Oldman. Ambas cintas se pueden apreciar actualmente en las salas de cine ecuatorianas.

Sobre ‘Los juegos del hambre’ sostiene que la historia es como una especie de advertencia de hacia donde puede llegar la humanidad por las pugnas de poderes.

“Hay una división entre ricos y pobres que se está volviendo demasiado aparente en el mundo de hoy. Es algo que no se puede ocultar y todo eso representa un peligro para el futuro”, dice el actor, quien antes de rodar ‘The last song’ tuvo una breve aparición en la película ‘Triangle’.

Y va más allá. Considera que ‘Los juegos del hambre’ influyan a los jóvenes de plantearse una carrera política.

“Hay mensajes muy fuertes en la película. El gobierno es muy corrupto y los jóvenes tienen que matarse entre ellos para sobrevivir. Claro que es pura ficción, pero a la vez eso nos muestra que sí podría pasar. En mi caso personal, si alguien me pregunta sobre si me interesaría involucrarme con la política yo respondería con otra interrogante: ¿se puede creer realmente en los políticos? Para mí, lo más importante es la igualdad de derechos”, sostiene el hijo de Leonie, una profesora de inglés, y Craig Hemsworth, un asesor de servicios sociales en Australia.

Aunque su personaje en ‘Los juegos del hambre’ no tiene escenas de acción como las de Katnis (interpretada por Jennifer Lawrence) y Peeta (Josh Hutcherson), revela que sí requirió de un trabajo físico para interpretar a Gale.

“Tuve que entrenar entre cinco y seis días por semana. Y solo podía comer platos saludables. En medio del rodaje, apenas comía una vez al día, porque también quería identificarme con el personaje. Básicamente pasaba hambre en el estudio, todo el tiempo. El problema es que a mí me encanta degustar de todo. Mi comida favorita son las donas con crema, recién salidas del horno. Y ahora me doy cuenta que sí puedo vivir sin ellas, pero son muy adictivas. Hay una anécdota graciosa. Cuando me contrataron para la película, mi hermano Chris me mandó un mensaje de texto diciéndome ‘La película se llama ‘Los juegos del hambre’, no ‘Los juegos de comida’”. Tuve que perder 7 kilos para la filmación. Y antes de la primera película, me la pasaba comiendo pizza. Creo que mi hermano me vio una vez que me comí siete pizzas seguidas. Por eso me mandó aquel mensaje. Él es bastante bromista y conoce tan bien mi adicción por los alimentos”, relata.
Para Liam es muy importante dejar una huella en cada personaje que interpreta. El público puede apreciar a dos muy distintos en ‘Los juegos del hambre’ y ‘Paranoia’.

“Es bastante emocionante formar parte de películas tan especiales, pero no se pueden comparar, para nada.

Por ejemplo, de Gale, el que interpreto en ‘Los juegos del hambre’, me encanta que mantenga su posición, porque no le gusta pasar del otro lado del diablo. Defiende lo que piensa y es algo que yo también trato de hacer en mi vida. En eso me identifico mucho con Gale, mientras que con Adam Cassidy es distinto, pues en un principio, me identifiqué bastante con este jovencito que trata de escalar tanto. Lo alimenta llegar lejos y en un momento tiene grandes ideas y grandes esperanzas que no lo llevan a ningún lado, hasta que se encuentra en una posición donde le piden que haga algo que normalmente no haría y empieza a caer por este camino donde compra el estilo de vida del poder”, dice.

Agrega: “A mí me gustó porque es algo con lo que todos nos podemos identificar desde el principio. Quiere escalar, ser exitoso y lo empujan por el camino que no le hubiera gustado seguir, hasta que llega a una posición muy peligrosa. Siempre me gustaron las películas de suspenso como esta, y trato de buscar personajes donde siento el desafío. Creo que es uno de esos casos”.

Hemsworth narra una anécdota en esta cinta. “Cuando me enteré que iba a actuar en ‘Paranoia’, vi que mi personaje tiene una escena donde desarma varios teléfonos y hace todo tipo de cosas extrañas. Así que fui y empecé a desarmar viejos teléfonos, pero nunca pude volver a armarlos de nuevo”.

Revela que sí extraña su país natal, pero con sus proyectos le resulta difícil volver y asegura que se despierta sin darme cuenta de lo hecho hasta ahora. Lo resume con un “Hoy mi vida es un tornado”.