Con el performance ‘Te vas Alfonsina’, a cargo de las artistas Wendy Cabanilla y Alfonsina Solines, fue inaugurada la exposición ‘Miradas Femeninas/Feministas’.

Bajo la dirección escénica de Bernardo Menéndez y basada en el poema ‘Voy a dormir’, la muestra está abierta al público en la pinacoteca Manuel Rendón Seminario de la Casa de la Cultura del Guayas.

En palabras de la presidenta de la institución, Rosa Amelia Alvarado, este trabajo pretende llamar a la reflexión de las artistas sobre los conceptos de ‘lo femenino’ y ‘lo feminista’, los cuales han sido extensamente manipulados a lo largo de la historia.

“Nuestro homenaje a la mujer es recordar, permanentemente, que ser mujer se traduce en lucha, derechos, constancia, voz y esperanza y que referirnos a ella y a su trascendencia es un compromiso con nosotras mismas, con el hecho irrefutable que hace mucho dejamos de ser mujer-objeto, mujer-útero, porque somos mujer-vida”, consideró la también poetisa y escritora.

La funcionaria y gestora cultural explicó que con el trabajo de las 22 artistas que exponen en la muestra “podemos tener una visión intimista de la esencia de la mujer, desde la perspectiva de cada una de ellas, así como una reflexión multidisciplinaria, compuesta de técnicas y formas diferentes; esto, para recordar que feminismo puede ser igual a independencia, seguridad, desafío, cambio, respeto y libertad”.

Es así como en esta exhibición, que culminará el 30 de marzo y cuyo horario de atención es de martes a viernes, de 10:00 a 18:00 y sábados, de 09:00 a 15:00, presentan sus trabajos Hellen Constante, Patricia León, María Augusta Vintimilla (Cuenca), Roxanna Vizcaíno, Ala Kondratova, María Beatriz Plaza, Marcela Burgos, Gianna Ode, Susy Baquerizo, Belén Mena (Quito), Mayra Silva (Cuenca), Gabriela Serrano, Andrea Arellano, Gloria Cobos, Alba Mera, Natacha Demtchenko, Trilce Zúñiga, Joyce Sánchez, Noemí Cabrera, Ruth Cruz, Rosa Armijos, entre otras, bajo la curaduría de María José Félix.

Ellas han realizado sus trabajos a través de propuestas multidisciplinarias que incluyen medios contemporáneos como vídeo arte,  fotografía, instalaciones, performances, diseño gráfico, así como también medios convencionales como la pintura, el dibujo y la escultura.

Gianna Ode, una de las artistas que intervienen con su obra ‘Ser mujer’ (fotografía e instalación), reafirma que en su muestra habla de feminidad y en ella presenta dos etapas de la mujer: la niñez y la adultez.

Hace referencia a la reivindicación del rol femenino con la jaula abierta como símbolo de la mujer en su momento de plenitud. “Cuando me invitaron a participar de esta muestra no me enfoqué  en lo feminista porque no lo soy, pero sí en la esencia de una mujer que es la que debe cumplir varios roles en la sociedad como el de madre, hija, hermana, esposa, amiga, es decir, en toda su esencia, sin dejar de ser mujer y ser ella misma”, comentó esta artista, quien a través de su lente, trata de reflejar lo que los “demás no pueden apreciar con facilidad”.

Ode considera que ahora la mujer ha evolucionado en sus roles dentro de la sociedad porque “además de sus roles tradicionales también se desenvuelven con éxito en sus trabajos y aportan al desarrollo social”.

¿Qué las motivó a tatuarse?, ¿qué evento importante ocurrió en sus vidas para que marcaran su piel para siempre? Esas son las interrogantes que la artista Roxana Vizcaíno se cuestionó antes de hacer su obra denominada ‘Todas tenemos tatuajes’.

La artista manifestó que aunque hay tatuajes de otra índole como los que llevan los sobrevivientes del holocausto quienes eran marcados por los judíos o los que se hacían los marineros por tradición, ahora la mujer también tiene motivos individuales para tatuarse su piel.

Por ello a través de su obra refleja la historia de cuatro mujeres que -por indistintas causas- decidieron tatuar su piel por hechos que marcaron su vida. “El nombre de una hija, la media cara de su esposo, una frase de empuje ante la vida o un ideal de amor son motivos suficientes para querer marcarse la piel”, estimó la artista.

Sin embargo, hay otros trabajos más complejos como ‘Heridas amordazadas’, de la artista María Augusta Vintimilla, en la que muestra “la lucha por la vida como instinto, derecho y responsabilidad”.

La autora, a través de su obra, no pretende “enmascarar la violencia, más bien pone en escena los sufrimientos físicos y emocionales como protesta para encontrar ese equilibrio que las mujeres buscan dentro de la sociedad”.