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El Telégrafo
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“La octava temporada sirvió para reencontrarnos” (Video)

Xavier Pimentel (i) y Diego Spotorno reconocen que los personajes no son dignos de imitar, pero que tienen acogida. No pretenden profesar moralidad con los personajes, ni que los imiten, porque el objetivo es llevar entretenimiento a los fans.
Xavier Pimentel (i) y Diego Spotorno reconocen que los personajes no son dignos de imitar, pero que tienen acogida. No pretenden profesar moralidad con los personajes, ni que los imiten, porque el objetivo es llevar entretenimiento a los fans.
09 de septiembre de 2014 - 00:00 - Rafael Veintimilla Aragundi / Guayaquil

Es un flash informativo o al menos eso parece. Quien ve el corto, que no sobrepasa de los dos minutos a través de YouTube, sabe lo que se viene con esos rostros ampliamente conocidos en cuanto a hilaridad se refiere.

-Buenas tardes, seguimos con PN Nacional- saluda un solemne Xavier Pimentel, mientras se acomoda el apuntador de su oído derecho para recibir la confirmación de algo que su personaje no quiere hacer.

-En este momento la administración del canal me informa que debo darle el espacio a este pendejo que está dispuesto a gastarse una barbaridad de dinero para llevar a cabo el servicio social más estúpido en la historia de la televisión ecuatoriana, adelante- añade Pimentel, dentro de su personaje de presentador obligado a darle chance a un nuevo rico.

La seriedad del flash se va al traste desde que empieza porque Fernando Rendón, el personaje de Pelaccini, se pelea a señas con quien sabe quién. Sus gesticulaciones, que incluyen amenazas apuntando con el dedo índice. Eso distrae deliberadamente al internauta. Incluso se pueden leer los labios del siempre ‘quemeimportista’ Fernando.

Cuando tiene el turno para hablar no sabe qué hacer porque no está acostumbrado a estar frente a una cámara. Saca el ‘cholo’ interno del que tanto se burla en otros con un: “¡compatriotas!”, luego de un silencio casi interminable.

-Me hallo aquí para informarle a la ciudadanía que la calle Pedro Carbo y Quisquís está cerrada- concluye ante la mirada indignada de Pimentel.

-Siempre quise decir eso- se excusa Fernando, mientras discute al aire con su presentador, tanto, al punto de irse.

Tony Camposano edita los capítulos de la temporada, mientras Spotorno, Pimentel y Andrea Aguilar ríen al ver algunas escenas hilarantes. Foto: Karly Torres.

Aquel tráiler es la esencia que caracteriza a ‘Solteros sin compromiso’, que hoy, a las 21:00, estrena la novena temporada (la segunda por Internet).

Es cuestión de interpretar. La idea que sugiere el avance, que está publicado desde el 19 de agosto pasado, deja entrever a un Fernando millonario.

¿Cómo?Es la incógnita que los fans de la serie deberán despejar al ver los 12 nuevos capítulos en los que ahora se verá pobre y de sirviente a Manolo Delgado ‘alias primo del Tin’ (Ricardo González), según el afiche promocional.

Quienes siguieron la octava temporada vieron a Manolo billeteado, con una esposa que le es infiel con el chofer de su mansión. Aparentemente se queda en la calle porque él, dentro de su amor ciego, le cede sus bienes. Es cuestión atar cabos con lo que pasó en la octava temporada que terminó el 8 de abril pasado.

Juan Carlos Martínez (Diego Spotorno) supera la crisis financiera, tras conseguir un empleo en una empresa cervecera al suplantar la identidad de otro postulante al que cree muerto.

El mismo Spotorno explica acerca de la importancia de la expectativa de los avances. Incluso aclara que el flash informativo de la octava no fue un tráiler sino un capítulo de introducción para que el seguidor de la serie se enganche con los restantes que tuvieron un hilo conductor.

“El episodio de introducción cobró sentido cuando la gente siguió los restantes. Pues en el primer flash informativo se vio a Fernando (Pelaccini) como un náufrago, perdido durante seis años en isla Puná, mientras que yo aparezco en la cárcel y la gente no sabía porqué hasta que vio la temporada completa”, explica Spotorno, quien considera a ese avance introductorio como el verdadero primer episodio, aunque corto, solo con casi cuatro minutos de duración.

Pimentel considera que en la novena temporada los capítulos serán más largos. Los de la octava duraban un promedio de 12 minutos y ahora se extenderán a 15 y hasta 20 minutos.

“Grabamos los 12 episodios en cinco semanas, pero no fueron seguidas para no cansar a la gente. Además, es difícil reunir al elenco porque cada actor tiene otras ocupaciones el resto de la semana. Empezamos en julio, después de la final del mundial, y terminamos antes del 10 de agosto con un total de 25 personas entre ‘staff’ técnico y actores”, explica Pimentel, el creador de esta serie que desde sus inicios manejó el humor negro y ácido, basado en el absurdo de películas como ‘¿Y dónde está el piloto?’ o ‘¿Ydónde está el policía?’ (ambas protagonizadas por el fallecido Leslie Nielsen.

Pimentel, quien creó la serie en 2001 con Pelaccini, reconoce a Los Simpson, Mel Brooks, películas como la ochentera ‘Top Secret’ como influencias en el humor de ‘Solteros sin compromiso’. Y en la actualidad cita como referencias a series contemporáneas como ‘Two and a half men’ o ‘The big bang theory’.

“La diferencia entre la novena temporada y la anterior es que aprendimos de nuestros errores. La octava temporada nos sirvió para reencontrarnos. Queremos volver a los orígenes de la serie y recurrir a ‘gags’ clásicos de la serie como la aparición de los enanos y otros”, afirma Spotorno mientras acerca a Tony Camposano, quien edita las escenas en una computadora.

Pimentel se une y juntos sueltan carcajadas al ver una de las escenas. “Con la experiencia de ocho temporadas hemos aprendido a manejar los espacios y silencios para causar una sensación de suspenso e hilaridad al mismo tiempo, con tomas por separado, sin necesidad de ‘ponchar’ escenas. Andrés (Pelaccini) es un experto en diálogos irónicos con tono suave que luego se convierten en ira, al estilo de Adam Sandler”, dice el creador de la serie que registra unos 300 capítulos de sus siete primeras temporadas, las que se vieron por el ahora TC mi Canal.

“Es la magia de la tecnología. Ahora todo es digital. Se pueden ver los clásicos episodios por Internet. Tenemos un canal propio (Brahma TV)”, añade.

Los guiones de la novena temporada empezaron a escribirse en mayo y terminaron a la mitad de junio. “Toma más de un mes. No es fácil. Dicen que cuando estoy deprimido escribo mejor y puede ser porque recientemente he pasado por algunos problemas de salud”, explica Pimentel sobre la estructura de la serie, que para esta temporada necesitó de dos cámaras D5, con seis lentes ópticos de cine para filmar un promedio de 18 escenas por capítulo.

“La serie es ágil y tiene hasta más escenas que una telenovela, que puede alcanzar a unas 12. En cuanto a locaciones depende de la historia, puede hasta un solo lugar”, refiere el mentalizador sobre la comedia ecuatoriana con mayor duración. Ahí sus personajes “no son ningún ejemplo a seguir”, según reconocen Pimentel y Spotorno.

Personajes

Fernando y Juan Carlos (Andrés Pelaccini y Diego Spotorno) son drogadictos y vagos. María José (Érika Vélez) es boba; Kathiuska (Tábata Gálvez) es promiscua; Sebastián (Alberto Cajamarca) es gay y Manolo (Ricardo González), amargado y el único sensato del grupo.

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