La vigencia de Megadeth en los fanáticos ecuatorianos sigue intacta, así lo demostraron los más de 4.000 asistentes que se dieron cita en el Ágora de la Casa de la Cultura, para ver nuevamente a Dave Mustaine, líder y vocalista de esta banda, junto a David Ellefson, bajista; Chris Broderick, guitarrista, y Shawn Drover, baterista.

El grupo cuencano Basca fue el encargado de abrir el espectáculo. Durante 45 minutos interpretaron canciones que los convirtieron en un referente del metal ecuatoriano, con temas como Heavy Rock, Decisión, Corazón de Infierno y Ándate.

También aprovecharon para presentar una de las canciones que estará en su próximo disco, ‘Agresor Convicto’, la misma que tuvo un buen recibimiento de parte del público.

Si bien durante el inicio de la presentación de Basca tuvieron problemas técnicos con el sonido, a partir de la tercera canción estos fueron solucionados. Aunque las fallas técnicas se volvieron a presentar durante toda la presentación de Megadeth.

Juan Pablo Hurtado, vocalista de Basca, agradeció al público quiteño por las muestras de apoyo y se sintió complacido de tocar junto a una de las leyendas del metal mundial.

A partir de las 20:50, los técnicos de la banda estadounidense prepararon todos los equipos y los instrumentos. Así, a las 21:30, los acordes de ‘Hangar 18’, canción que está en el disco ‘Rust in Peace’, dieron inicio a la presentación de la banda de thrash metal.

Wake up dead, primer single del álbum ‘Peace Sells’, fue la segunda canción en sonar. En este tema se pudo apreciar la técnica de Mustaine para la guitarra, sus solos fueron pura energía.

A partir de la canción ‘In my darkest hour’, los problemas técnicos se hicieron evidentes. Por este motivo, los fanáticos de Megadeth comenzaron a exigir a los organizadores que estos inconvenientes se superen. ‘Kingmaker’ también sonó pese a estas fallas que al inicio fueron mínimas, pero que impidieron que sea un espectáculo de calidad.

Al finalizar esta composición, Mustaine interactuó con los espectadores, así agradeció la presencia de los miles de fanáticos.

Las canciones ‘Sweating bullets’ y ‘She wolf’ fueron las siguientes en ser entonadas. Justo en el momento del clímax, al finalizar ‘She wolf’, una de las torres de sonido falló totalmente, lo que generó malestar en la banda.Sin embargo, Mustaine pidió calma a los asistentes hasta superar estos impasses. Esta fue la primera de las pausas obligadas que debieron realizar los músicos.

El vocalista de la banda salió nuevamente a escena esta vez para interpretar ‘Dawn Patrol’. Las fallas en el sonido de a poco obligaron a que los ánimos de Mustaine decaigan y su empatía con el público se fue apagando.

El problema de sonido se hizo más evidente y por más de 15 minutos, los músicos dejaron de tocar para que los técnicos de Prosonido, empresa encargada de la amplificación del espectáculo, arreglen los desperfectos.

El malestar de Mustaine al regresar al escenario fue evidente. Ya no interactuó con sus fans, tardó tres canciones en retomar la energía que lo caracteriza en sus conciertos y para los fanáticos fueron minutos valiosos que se perdieron debido a estas fallas.

Miguel Bravo, seguidor de Megadeth, afirmó que “Mustaine entrega todo en cada presentación, pero el sonido esta vez no lo acompañó, es una pena que para una banda del calibre de Megadeth ocurran estos problemas”.

Como en los grandes espectáculos, Mustaine junto a Ellefson, fundadores de la banda, trataban de animar al público. A través de gritos y aplausos, los fanáticos respondían las muestras de cariño. “Olé, olé, olé, Mustaine” coreaban todos los presentes.

Fue el turno de escuchar ‘Trust’, una de las canciones más conocidas del grupo y que forma parte del disco ‘Cryptic writings’. Las pantallas colocadas en el escenario también conjugaban la música con imágenes impactantes que daban una mayor connotación a las letras.

‘Youthanasia’ y ‘A Tout le Monde’ son dos canciones importantes de Megadeth. Incluso, ‘Youthanasia’ es el nombre de la gira, ya que en octubre próximo se celebran 20 años de la salida del disco con el mismo nombre y la banda decidió realizar una gira sudamericana para conmemorar este suceso.

‘Peace Sells’ retumbó en el Ágora, la gente coreó, saltó y cabeceó para recordar una épica canción. También fue el momento propicio para que la mascota de Megadeth, Vic Rattlehead, salga a escena. Durante toda la canción simulaba ser un político y cómo a través de sus discursos y gesticulando con las manos engaña a la gente.

‘Symphony of destruction’, la canción más conocida de Megadeth, fue el anuncio de que el fin estaba próximo. Cabezazos al unísono, coros a viva voz fueron el agradecimiento que el público le dio a los cuatro músicos estadounidenses por este recital.

Mustaine, con bandera de Ecuador en mano, se agachó e hizo la venia para también devolver el cariño, respeto total para el público ecuatoriano de parte de uno de los guitarristas más virtuosos del metal mundial.

Finalmente, la canción ‘Holy wars’ selló esta presentación que de parte de la banda dio muestras de que la energía del trash está intacta, aunque los problemas técnicos opacaron lo que probablemente hubiese sido un concierto de alto nivel.

Moisés Candashy, ferviente seguidor de Megadeth, destacó que “el malestar no es con Megadeth, sino con los organizadores, pagamos por algo y ese sonido no se merecían ni la banda ni el público, pero bueno gracias ‘Colorado’”, haciendo referencia a Mustaine.