Aunque el 4 de octubre se recordarán los 44 años de la muerte de Janis Joplin, su nombre está de moda en estos días por la producción de una película que relatará su agitada vida y que, según los medios, será protagonizada por Amy Adams.

El proyecto, a cargo del director Lee Daniels, el mismo de ‘Precious’ (2009), se llama ‘Janis Joplin: Get it while you can’ y tiene previsto estrenarse este año, aunque todavía se desconoce la fecha exacta.

Lee ya tenía ideada esta cinta desde 2010 e inicialmente había pensado en Renee Zellweger. Dos años después, en septiembre, confirmó el proyecto y anunció a la pelirroja Adams como la intérprete de Joplin, quien hoy hubiese cumplido 71 años, y es recordada por la energía en canciones como ‘Summertime’, ‘Piece of my heart’, ‘Move over’ o ‘Cry baby’.

Pero no es el único ‘biopic’ acerca de la legendaria cantante texana que se prepara actualmente. Otro es el que alista el productor Peter Newman y que tendrá como protagonista a Nina Arianda.

Tampoco es la primera vez que algún cineasta planea contar su vida llena tanto de excesos -sexo, alcohol y heroína- como de éxitos con sus canciones que la convirtieron en el primer ícono femenino del blues y el rock. En 1979 Bettle Midler la personificó para la cinta ‘The Rose’.

Joplin, más allá de su voz desgarrada, ronca y melancólica, era una mujer solitaria, según los análisis psicológicos de muchos expertos desde que murió. Según ellos, la cantante, que era hija de un empleado de una compañía petrolera y de una ama de casa procedente de Nebraska, padecía de trastorno límite de personalidad.

Ella misma resumía su vida con un: “cuando doy un concierto hago el amor con 25.000 personas, pero después, cuando vuelvo a casa, estoy sola”, y bromeaba sobre su propio final. “Me pregunto si yo muriera… ¿qué pasaría? ¿Hablarían de mí tanto como de Jimi (Hendrix)? ¡No es un mal truco para hacerse publicidad!”. Curiosamente ella falleció pocos días después que él.

Nacida en la localidad de Port Arthur, Janis, quien se caracterizaba por unas inmensas gafas redondas y cabello alborotado, nunca encajó en la sociedad texana y más bien era víctima de lo que ahora se conoce como ‘bullying’, en el colegio. Eso la condujo hacia la música como una especie de válvula de escape.

Cuando tenía 17 años, Janis, quien pertenece al Club de los 27 (formado por famosos fallecidos a esa edad), se sintió musicalmente atraída por Rose Maddox, Woody Guthrie y muy en especial de Bessie Smith. “Ella fue el ejemplo que elegí cuando empecé a cantar; fue Bessie la que me mostró el camino”, decía en múltiples entrevistas la cantante, que fue situada en el puesto 28 de las mejores en la historia, según la revista Rolling Stone.

Físicamente tampoco se sintió satisfecha. De hecho, en su adolescencia fue considerada como poco agraciada y eso la llevó a refugiarse en el sexo tanto con hombres como mujeres. Muchos biógrafos la describían como una ninfómana. Por su conducta era bisexual, lesbiana para otros, aunque ella simplemente se describía como sexualmente activa.

Ese comportamiento lo adquirió en 1962 con la llegada del movimiento beatnik, precursor del hippie, y viajó por las “comunas”, que precisamente en esa época empezaban a surgir en San Francisco y Los Ángeles.

Cuatro años después se vinculó a la Big Brother & The Holding Company, una banda de psico-blues con la que sobresalió en presentaciones históricas como la del festival de Monterrey, aunque también marcó suceso con Kozmic Blues Band con quienes se presentó el 16 de agosto de 1969 en el festival de Woodstock con las canciones ‘Ball and chain’ y ‘Piece of my heart’, que grabó un año antes y era un ‘cover’ de 1967 que originalmente lo cantaba Erma Franklin, hermana mayor de Aretha.

Su deceso aún no queda claro, pese a que ocurrió hace cuatro décadas.

Era el sábado 3 de octubre de 1970. Janis visitó el estudio de grabación Sunset Sound Recorders en Los Ángeles, para escuchar la parte instrumental de ‘Buried Alive in the Blues’, la quinta canción del lado B del disco ‘Pearl’ (que apareció póstumamente en 1971). Fue allí antes de grabar su pista vocal programada para el día siguiente.

Ella supo por teléfono que su prometido Seth Morgan (un traficante de heroína, luego convertido en escritor de novelas y finalmente fallecido en 1990) estaba en su casa jugando billar con otras mujeres que había conocido horas antes.
En el estudio expresó su enojo por la noticia, más porque la noche anterior él no había cumplido con su promesa de ir a visitarla.

En la noche, ella y el miembro de la Full Tilt Boogie Band, Ken Pearson, salieron del estudio hacia el bar Barney’s Beanery. Después de la medianoche Janis se retiró a su habitación en el Landmark Motor Hotel.

Algunas investigaciones cuentan que sobre las cuatro y cuarto de la madrugada del día 4, bajó al vestíbulo para comprar un paquete de cigarrillos y estuvo charlando con el conserje, Jack Hagy.

Joplin no solo quería fumar, quería sentir algo de contacto humano porque se sentía más sola que de costumbre por el engaño de Morgan. Aunque el conserje no tenía ni idea de quién era la persona que le estaba hablando, escuchó con atención sus comentarios sobre el próximo disco, el ‘Pearl’. Fue la última conversación de la artista con alguien. Luego subió a su habitación, dejó sobre la mesilla el paquete de cigarrillos que aún no había abierto y se desplomó con las monedas del vuelto en su mano.

El informe forense concluyó con que había sido una sobredosis de heroína, posiblemente consumida en el bar al que acudió horas antes o quizás antes de charlar con el conserje.

Como fuere, su atormentada vida, que intentó aliviar a punta de música, sexo y drogas, es un tema que atrae a cineastas como Lee Daniels o productores como Peter Newman. Los fans de Janis Joplin están a la espera de esas producciones, pero mientras se sumergen en el mundo de ella a través de las canciones de los viejos vinilos, los CD, mp3 o el cada vez más protagónico YouTube.