Una pareja de casados se quedan mirando detenidamente. Están uno frente al otro. La tensión se percibe en el ambiente. Ella le sirve un vaso con agua y él se ve molesto.

Él le reclama a ella el porqué botó su cepillo de dientes, ella solo contesta que estaba limpiando. Él no soporta más su respuesta y se abalanza sobre ella cuando... ”¡Vamos de nuevo!”, dice José Luis Pombo a su esposa y compañera en escena, Johanna Mosquera.

Los directores de Ecuaprolírica ultiman detalles para su regreso a los escenarios guayaquileños con el estreno de su obra de teatro ‘El cepillo de dientes’, que se estrenó ayer y también se presenta hoy en el teatro José Martínez Queirolo, de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas.

Pombo indica que escogió esta obra de dos actos para retomar las actividades de su organización, luego de haber permanecido fuera del país por varios años junto a su pareja, mientras se capacitaban como cantantes líricos y músicos.

“Esta comedia la vi por el año 96, en ese tiempo interpretada por la agrupación teatral de Alejandro Pinto, me enamoré de la historia porque aunque es una comedia absurda, te muestra el sentido del sin sentido, los clichés que se repiten dentro de la sociedad. A pesar que las escenas parezcan no tener conexión, cuando el público lo ve como un todo, entiende porqué ocurrió tal o cual escena”, dice el artista.

Johanna indica que no comenzaron sus presentaciones con lo que es su especialidad: la zarzuela. “Nos hubiera gustado, pero si solo para montar una obra teatral con dos actores se gastan aproximadamente mil dólares, una ópera o zarzuela demanda más ‘gastos’, aproximadamente como $ 5 mil como mínimo”, asegura Mosquera.

‘El cepillo de dientes’ es una obra original del dramaturgo Jorge Díaz (Rosario, Argentina, 1938-Santiago de Chile, 2007), que estrehnó en 1961.

Aunque este año se dedicaron a la producción y adaptación de ‘El cepillo de dientes’, los 10 integrantes de Ecuaprolírica volvieron a retomar sus ensayos, donde interpretan temas de óperas, zarzuelas y de teatro musical. En esta última área se quieren enfocar, ya que a diferencia de las dos primeras, la gente entiende mejor la trama y los temas musicales serían cantadas en español.

“Nuestro proyecto original como creadores de este grupo y como artistas era promover la ópera y la zarzuela en esta ciudad, para que esté a la altura no solo de Quito, sino de otras ciudades a nivel mundial”, expresa Pombo, mientras su esposa lo observa y asienta con la cabeza como respaldando su respuesta.

Pombo detalla que para la realización de una obra musical escénica hay que conseguir presupuesto no solo para los permisos municipales y la creación y transporte de las escenografías, sino que hay que pagar al coro, a la orquesta, a los solistas, a los tramoyistas, a quien realiza los vestuarios, al ingeniero de sonido que debe ser un músico para que sepa cuando bajar o subir el volumen de los micrófonos, cuando debe disminuirse la intensidad de las luces sobre el escenario.

Su esposa agrega que no solo es una inversión de dinero, sino de tiempo, de alrededor de 6 meses hasta un año. “Las compañías artísticas no invierten en la ópera o en zarzuela porque asumen que no van a gustar. El problema es que la gente cree que las obras líricas no pueden ser entendidas, no lo digo en el mal concepto. El público es inteligente, pero no se lo ha educado al respecto. La mayoría de las líricas fueron compuestas en italiano, francés o alemán, por lo que el idioma es el primer impedimento. Hasta las zarzuelas son mejor aceptadas porque son interpretadas en español, pero para el espectador se le complica seguir la historia que se presenta por la vocalización que se utiliza en estos género musicales escénicos”, manifiesta Pombo.

Mosquera dice que por eso, aunque su vida está dedicada a la ópera, junto a su esposo decidieron enfocarse en algo más comercial.

Además de las obras de canto lírico (óperas o zarzuelas) que actualmente el grupo practica, Pombo y Mosquera buscan el financiamiento del Ministerio de Cultura  o de empresas privadas para la realización de seminarios gratuitos de teatro musical para niños y adolescentes, que durarían aproximadamente tres o cuatro meses.

“Cuando se es pequeño a uno le gusta muchas cosas, aún más cuando eres adolescente y no sabes qué rumbo tomar. Entonces, al crear estos cursos estaríamos dando la posibilidad que conozcan una actividad entretenida y sana, que te enseña valores, y quién sabe, puede que alguno descubra que la música o que el canto es lo suyo”, señala Johanna.

El objetivo de los seminarios, según indica José Luis, es formar nuevos cantantes líricos, crear un semillero. De acuerdo a la pareja, actualmente no existen suficientes artistas de este tipo en el país. “Alguien puede tener una excelente técnica vocal, pero eso no significa que pueda representar a un personaje, o lo contrario, alguien puede ser un buen actor, meterse dentro del papel, pero puede que no tenga la voz para el rol”, asegura José Luis.

Mosquera refiere que con el teatro musical, como el que ha realizado hace casi 25 años José Miguel Salem con su compañía Danzas Jazz, y en las que ha presentado obras de teatro musical como ‘Cats’, ‘Mago de Oz’, ‘High School Musical’, ‘Vaselina’, entre otros, las generaciones actuales se sienten más identificadas y seguras de participar.

Sobre si Ecuaprolírica continuará con su comedia ‘El cepillo de dientes’, la soprano, quien estudió con la cantante Beatriz Parra, indica que la obra es solo la punta del iceberg, es un pretexto para mostrar que una agrupación puede crear algo bien realizado. “Queremos hacer cosas más serias. Apuntamos con una comedia porque la gente, en este caso, el público guayaquileño, está mal acostumbrada a ella. Pero nosotros realmente somos musicales”, afirma Mosquera.

Pombo menciona que después de la puesta en escena de ‘El cepillo de dientes’ en el teatro de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, promocionarán su trabajo en otras ciudades, para trasladarla y así recuperar el dinero que invirtieron.

Además, el barítono seguirá trabajando en la composición de una ópera basada en una obra literaria guayaquileña, de la década de 1930. “No puedo dar más adelantos porque es una sorpresa. La obra es un encargo del Ministerio de Cultura. Originalmente querían que hiciera Huasipungo, pero les dije que si es algo que se mostrará también en la Costa no será entendido, además que siempre se le ha dado más importancia a lo que proviene de la región andina”, expresa el músico.

Añade que no es regionalista, sino que las obras de los escritores de los 30 como José de la Cuadra y Joaquín Gallegos Lara también tienen una gran riqueza en cuestión de personajes, trama, descripciones, y que por eso él escogió trabajar en algo más cercano a la realidad del litoral.

LA INFLUENCIA ARTÍSTICA DE LA NUEVA ETAPA DE ECUAPROLÍRICA

José Luis Pombo cuenta que antes de que hubiera Internet era imposible conseguir el guion de ‘El cepillo de dientes’, del dramaturgo Jorge Díaz. Ahora se lo puede descargar por PDF.

La obra pertenece al teatro del absurdo, género existencialista y que cuestiona a la sociedad y al hombre, y que apareció en Estados Unidos. y Europa entre 1940 y 1960.

Asimismo, el barítono explica que la zarzuela es un género musical escénico surgido en España con partes instrumentales, vocales y habladas.

El nombre proviene del Palacio de la Zarzuela, donde se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones.

ALGO MÁS

Estudios
J.L. Pombo estuvo en la Facultad de  Lenguas y Lingüística de la U. de Guayaquil

Trabajo
J. Mosquera es profesora en el Conservatorio Maria Callas