Hace una semana, los viajeros que llegan o salen  de Guayaquil -por el aeropuerto José Joaquín de Olmedo- se encuentran con que hay música en vivo en las salas de espera.

El líder de La Chicha Power, Israel Maldonado, y su esposa Andrea Lima son los primeros de una lista de artistas que empezaron a entretener, bajo los acordes de la guitarra de Marcell Jaramillo, a los cientos de pasajeros que transitan por este corredor.

Al pie del hangar de vuelos nacionales, la sala de estancia  se ha convertido en el escenario de estos músicos que hacen un repaso de melodías en inglés y español de la década del noventa.

La voz de Lima cautiva a quienes pasan arrastrando alguna maleta. Esta versátil cantante seduce por su buen manejo de agudos y vibratos en temas como ‘Murder on the dance floor’, de Sophie Ellis-Bextor o ‘Torn’ de Natalie Imbruglia, con otro matiz a su estilo.

Su esposo, quien gusta hacer sus versiones de conocidos temas toma el turno para apropiarse del clásico de José José, ‘Lo que un día fue no será’, a ritmo de pop y luego entrelazarlo a ‘Mil horas’, de Los Abuelos de la Nada, pero bajando las revoluciones.

Un sello característico de Maldonado es la improvisación, dinámica aplicada en sus conciertos. En este particularmente  ha decidido apegarse al pop y rock con base electrónica.

El ritmo aleatorio está definido por GarageBand, una aplicación qu él usa en su performance como secuenciador de varios compases.

El tráfico de usuarios se ha  intensificado a esta hora -pasado el mediodía- y el trío logra que decenas de personas empiecen a grabarlos con sus celulares.

Los profesionales también modulan el volumen de su interpretación al momento en que un operador  anuncia la llegada o salida de un avión. Mas la base rítmica prosigue y Jaramillo adapta la siguiente melodía al ritmo que ya ha escogido la aplicación.

Así se conecta con el beat que lo lleva hacia ‘Every breath you take’, en el que Israel y Andrea logran un cálido dueto de segunda y primera  voz.

Para este momento, los que están en la fila que aguarda el chequeo previo para pasar al área de embarque, tararean las canciones y transitan sin despegar la mirada del grupo.

Un proyecto turístico
La iniciativa fue idea del  departamento de Relaciones Públicas de esta terminal aérea, con el objetivo de ofrecer un ambiente de distracción a los pasajeros.

Daniela Arosemena, principal de esta área, comenta que este año decidieron apostar por estas presentaciones.

“Creo que la música en este último tiempo ha ganado muchísimo espacio, pero siempre la encontramos más en bares, discotecas o restaurantes y dijimos ¿por qué no en el aeropuerto’”, explica la operadora, quien asegura que la idea del proyecto, desde que fue concebido, es que sea indefinido; está abierto a solistas y bandas que realicen sus conciertos en versión acústica.

Proyección internacional
Para Israel Maldonado esta es una oportunidad ideal para los músicos guayaquileños.

“La idea es que el turista se lleve una última o primera impresión de que en Guayaquil se vive un ambiente musical completo”, explica el intérprete, quien próximamente cantará en el aeropuerto con el guitarrista Stanley Parker.

Esta semana el turno será  de Miguel Hoyos, productor de Saxo Box -junto a su esposa, la cantante Anna Bonnet- para interpretar jazz, bossa, chill out, soul, funk y disco.

“Me gusta sacarle una sonrisa a la gente que viaja y hemos obtenido buenas reacciones del público; incluso nos piden canciones al paso”, cuenta Hoyos. (I)