En 1988 Televisa apostó por tercera ocasión en una telenovela juvenil, pero con una historia más contemporánea. Se trata de Dulce desafío, que protagonizaron Adela Noriega y Eduardo Yáñez.

La primera venía de estelarizar Yesenia (1987) y Quinceañera (1987-88); mientras que Yáñez formó parte del elenco de El maleficio II y Senda de gloria para la misma cadena televisiva.

Esta producción fue pensada en un inicio para la naciente estrella Lucero, quien había brillado en series como Chispita, e incluso se anunció su participación en la historia. Sin embargo, por compromisos adquiridos en su etapa como cantante, Lucero no llegó a un acuerdo con la producción y desestimó el proyecto.

Entonces, el equipo técnico que estaba a cargo de Julissa (madre de Benny y Álex Ibarra) contactó a Noriega para que asuma el protagónico. Como dato curioso, la televisora -para no quedar mal con la audiencia- dejó el nombre de Lucero a su protagonista, puesto que se había anunciado su participación en el melodrama.

Es así como Dulce desafío cuenta la historia de Lucero Sandoval, una linda jovencita que tiene una infinidad de problemas debido a su rebeldía. Su madre falleció y por ende le tocará vivir con su padre, Santiago Sandoval, quien pasa la mayor parte del tiempo inmiscuido en su trabajo, ignorando por completo a su hija.

Al verse solo Santiago contrae matrimonio con una mujer veinte años menor que él, sin sospechar que ella desea aprovecharse de la situación para disfrutar de su dinero.

Lucero está recluida en un internado. Aquí, la cruel y amargada directora se encarga de hacerles la vida imposible a las alumnas imponiéndoles severos castigos y diversas humillaciones, además de que toma ventaja de su puesto para hacer trámites fraudulentos y quedarse con el dinero del internado.

Enrique Pades es un profesor que llega a dar clases al internado y allí logra una comunicación maravillosa con las niñas. La directora se ve forzada a aceptarlo, ya que viene recomendado por Santiago Sandoval, temiendo que descubra el mal manejo de la escuela y el trato inadecuado que les brinda a las alumnas.

Después el maestro Enrique alienta a las jóvenes a entrar al concurso de carreras, en donde Lucero se convierte en una de las favoritas pero Rebeca, su odiosa rival, no dejará que su compañera triunfe.

De esta manera, entre la pista de carreras y los salones de clase, Lucero y Enrique descubren que existe una relación más fuerte entre ellos y que tendrán que sortear muchos obstáculos para llegar juntos a la graduación y vivir felices para siempre.

Esta producción causó furor por su contenido de suspenso, intriga, amor y odio. El toque juvenil que poseía hizo que, además de ser un éxito, deje un gran recuerdo.

Durante esta novela hizo su primera actuación Chantal Andere, quien interpretó a la malvada Rebeca, personaje que le abrió las puertas al mundo de la actuación.

Televisa realizó en el año 2000 una nueva versión de esta telenovela titulada Locura de amor, producida por Roberto Gómez Fernández, dirigida por Alejandro Gamboa y Adriana Barraza.

Sus protagonistas fueron Juan Soler y Adriana Nieto, esta última abandonaría las grabaciones por problemas con la producción, quedando en su lugar Irán Castillo.