Aunque actualmente el mantense Arturo Marcelo Vallejo Mero, de 28 años, promociona su carrera como músico y compositor de melodías cristianas, no olvida que hace 10 años entonaba temas de reggaetón, el hip-hop y el pop. “Pertenecía a la Iglesia cristiana, pero a los 15 años mis padres se divorciaron, así que tuve una adolescencia rebelde. Para los 17 estaba completamente alejado de Dios y me dediqué a satisfacer vicios y cosas no muy buenas que digamos” relata.

Se le complica dar los pormenores de la destrucción que sintió en su vida durante aquellos años, más aún los dos últimos cuando se vínculó con el alcohol.

Con voz baja agregó que no era los géneros que interpretaba lo que lo llevó al desenfreno, mas bien fueron las malas compañías y los vicios que sus ‘amigos’ lo invitaban a seguir. “Tener una vida desordenada tiene sus consecuencias, yo toqué fondo cuando destruí el hogar que  formé con mi novia, con la que conviví por 2 años”, expresa.

Su madre, Rosa Mero, fue sin duda la que más sufrió las consecuencias de su mal vivir, pero fue también quien le motivó a reencontrase nuevamente con Dios. Cuenta que estaba sentado en una vereda pensó en ella y dijo: “no más. Han sido años de destrucción y soledad, se acabó”.

A la par sentía que necesitaba refugiarse nuevamente en la música, actividad que en su familia es una tradición masculina, a la que se dedicó su abuelo, padre y tíos, y optó dirigir su don al servicio de Dios. “Aunque nací en Manta, he vivido siempre en Guayaquil, motivo por el que estudié música en el Conservatorio Antonio Neumane desde los 13 años, especializándome en la guitarra clásica”, señala.

Luego de dejar de mirar su tormentoso pasado, Vallejo presentó a finales del 2012 su primer trabajo, un disco de guitarra instrumental con temas cristianos y al que llamó ‘Gracias’.

Reseñó que aunque en sus inicios tuvo otro nombre, optó por llamarlo así en gratitud al rescate que sintió del Todopoderoso. “Los seres humanos cometemos muchos errores, pese a todo Dios nos muestra todo su amor”, refiere.

El también director y profesor en Educación Física comentó que escribir es otra de sus actividades. “Trabajo como maestro de deportes y de canto, esta actividad es muy importante, pues considero que les inculco a mis alumnos amor al arte y los invito a llevar una vida sana, muy alejada a la que algún día yo viví. Pero también soy escritor, actualmente estoy produciendo tres libros”, asegura.

Pero no solo son los libros en los que dirige toda su atención, ya que actualmente graba su segundo disco, el primero como cantante, donde se presenta también como compositor. “No busco fama, como hace 10 años, ahora quiero difundir mensajes de vida, paz y amor”, sostiene.

Arturo confía en que su nuevo CD traerá cosas positivas al igual que su disco anterior, el que se vendió a una compañía que usa sus melodías como terapias de relajación. “Una parte del dinero recaudado de las ventas se destinó a los gemelos prematuros de Víctor Pazmiño, quienes necesitaban de ayuda económica, justamente a ese camino quiero enfocar mi carrera: a ayudar a los demás”, concluye el ex reggaetonero que ahora interpreta canciones cristianas.