Una hermosa y apacible pista de hielo se convierte en el escenario de una complicada historia de amor y suspenso. Elisa, una viuda de mediana edad, y sus hijos adolescentes -Paola, Daniel y Anita- son víctimas de una conspiración.

La suegra de Elisa, junto a su amigo Julián Ledezma, un poderoso abogado, urde un plan para desheredar a su nuera y a sus nietos. En medio de tantos problemas, Paola encuentra un escape emocional a través del patinaje sobre hielo, que tanto la apasiona.

Entre tanto, Gonzalo David, quien tiene dos hijos, lucha por mantener unida a su familia tras el inesperado abandono de su esposa. El destino de ambas familias se une a través de una trama dramática, llena de intriga y romance.

Paola se verá asediada por dos galanes, el noble Martín y el inescrupuloso Julián, y descubrirá lo difícil que puede -algunas veces-ser el amor.

Si esta historia le resulta familiar es porque seguramente usted vio Agujetas de color de rosa, que Televisa produjo de la mano de Luis de Llano Macedo y que se transmitió en 1994 por Teleamazonas.

Fue protagonizada por Natalia Esperón y Flavio César, con la participación antagónica de Gabriela Hassel, como la malvada Vanessa del Moral, y la actuación estelar de la primera actriz Angélica María.

En el 2011 Televisa realizó un remake de esta producción, Esperanza del corazón, también producida por Luis de Llano Macedo y protagonizada por Bianca Marroquín y Patricio Borghetti, con la participación antagónica de Lucía Méndez. Este remake fue una fusión con la telenovela juvenil Confidente de secundaria, igualmente producida por Luis de Llano Macedo.

Agujetas sacó dos discos recopilatorios con canciones interpretadas por algunos de sus actores, así como por otros cantantes juveniles del momento. Dada la popularidad de la novela sus melodías tuvieron un gran éxito en el mercado musical.

Entre los temas más sonados constan: ‘Agujetas de color de rosa’, de Curvas Peligrosas (tema central); ‘Inolvidable’, de Flavio César; ‘En tus manos’, de Angélica María; Mi oración, de Alberto Vásquez y ‘La vida es rosa’, de Irán Castillo.

El grupo juvenil de actores de esta telenovela recorrió por un año varias ciudades de México para promocionar sus éxitos. Sin embargo, muchos de ellos se fueron retirando de los escenarios porque le dieron prioridad a su carrera como actores que como cantantes.

En este melodrama apareció uno de los rostros infantiles más carismáticos de principios de los años 90:  Marisol Centeno, quien participó en varias producciones como ‘La pícara soñadora’, ‘Carrusel de las Américas’, ‘Clarisa’, ‘Cañaveral de pasiones’, entre otras.

Pero fue su papel de ‘Anita’, la hija de Angélica María en Agujetas de color de rosa, el que la hizo obtener gran popularidad entre el público mexicano. Sin embargo, en 1997, inesperadamente desapareció de la pantalla chica.

Actualmente hace cine y es una prominente empresaria. En una entrevista que concedió a un medio mexicano, el pasado mes de abril, dijo que regresaría a los culebrones cuando no se vea tanta maldad como la que se observa ahora.

Algo parecido fue lo que motivó a Flavio César a retirarse de los foros de grabación e incursionar en su carrera como cantante cristiano.

Mientras tanto, Natalia Esperón ha continuado con su carrera exitosa y actualmente aparece en Amores verdaderos, junto a Érika Buenfil y Eduardo Yáñez.

Sin embargo, en México se rumoró por varias semanas que la producción de esa telenovela tenía un “maleficio” debido a su gran éxito y que algunas de sus estrellas iban a desaparecer de la palestra del espectáculo, tal como ocurrió al poco tiempo. Flavio César, Irán Castillo y el elenco de Curvas Peligrosas prácticamente han desaparecido de las telenovelas y sus producciones paralelas son poco comentadas.