Ver a George Clooney esposado y trasladado a las dependencias policiales por protestar frente a la Embajada de Sudán, en Washington, contra el presidente de ese país, Omar al-Bashir, a quien acusa de causar una crisis humanitaria en el país africano, hizo recordar aquellas icónicas fotografías del archivo policial en las que otros actores también han sido apresados.

Una de ellas se dio en 1970 cuando la joven Jane Fonda, en ese entonces, con el puño en alto y como firme detractora de la guerra de Vietnam -se hacía llamar “Hanoi Jane”-, fue detenida en la aduana por llevar un cargamento de fármacos.

Fonda compartió la celda con Vanessa Redgrave, otra famosa actriz con vehemente manifiesto político, quien fue recluida por liderar una marcha fuera de la Embajada de Vietnam, en Estados Unidos.

Además de estas dos combativas intérpretes, el actor Martin Sheen mostró su simpatía por los regímenes comunistas y su oposición a la guerra de Vietnam. Pero fue en 1996 que Sheen, junto con otras veinte personas, fue detenido  durante una manifestación antinuclear que se realizó frente a la sede del Riverside Research Institute, en Nueva York.

Un año después, Sheen, y otras siete personas, nuevamente fueron arrestados en una protesta por una causa más pintoresca: los derechos de los recolectores de fresa en California, en su mayoría de origen latino.

En 1999, la actriz Susan Sarandon pisó, por primera vez, la cárcel luego de que fuera  acusada de desorden público en una protesta en Nueva York tras la muerte del emigrante africano Amadou Diallo, a quien cuatro policías le dispararon.

Sarandon tenía como antecedente  ser una ferviente opositora del Gobierno estadounidense por recriminar  la retención de 267 haitianos con VIH refugiados en Guantánamo.

Daryl Hannah, recordada por encarnar a una sirena en la cinta “Splash”, y Lucy Lawless, quien se hizo famosa por su personaje de “Xena: la princesa guerrera”, son las últimas en apuntarse en la lista de detenidos.

El año pasado Daryl fue detenida frente a la Casa Blanca por protestar contra la construcción de un oleoducto entre Canadá y Estados Unidos. A finales de febrero, en cambio, Lawless fue arrestada por la Policía junto con seis ambientalistas, por querer detener un buque petrolero. A ninguno de ellos su fama los ha salvado de pisar la cárcel, aunque solo haya sido por unos instantes.