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A Ezequiel Borra le interesa más la armonía de sonidos que el virtuosismo en su música

A Ezequiel Borra le interesa más la armonía de sonidos que el virtuosismo en su música
01 de marzo de 2015 - 00:00

Más allá de su pinta hippie, lo primero que llama la atención en Ezequiel Borra es un instrumento musical, que pende sobre su cuello, protegido por una especie de caparazón, con unas tapillas alrededor.     

Se trata de un instrumento resonador de dos pisos con placas o lengüetas metálicas que están asentadas sobre un tablero de madera como base. “Se llama mbira y es un instrumento nativo de Zimbaue”, dice con un acento que delata su origen argentino y una escueta sonrisa que se pierde entre su poblada barba, mientras trata de acomodar la guitarra que guarda en un estuche negro y que lleva colgada en su hombro derecho.

Con esa guitarra compone sus canciones, a las que considera como experimentales cantadas en español para no hacerse problema al buscarle un género específico.

“Es una mezcla de un montón de géneros e influencias. Yo he escuchado de todo un poco desde que tenía 9 años. En mis canciones podés encontrar algo de Atahualpa Yupanqui, de Charly (García) o (Luis Alberto) Spinetta. Como referentes anglosajones también tengo a Tom Waits, (David) Bowie y obviamente, los Beatles, la música con mbira, tango, el bullerengue colombiano y más. No obstante, mi música no se parece a nada. Por eso es difícil encasillarla en algún género”, refiere el músico nacido el 10 de octubre, hace 33 años en Buenos Aires.

A Borra no le interesa el virtuosismo en sus interpretaciones, pese a que es multiinstrumentista, pues también toca teclados, bajo, arco paraguayo y todo tipo de percusiones. “No me considero alguien que domina varios instrumentos. Sé tocarlos, que es distinto. Lo que pasa es que no le doy bola al virtuosismo, a esas ejecuciones complicadas. Lo que me interesa es la orquestación de todos los instrumentos, crear una armonía con ellos, experimentar con sonidos distintos. Prefiero la música simplemente melódica, de protesta interior”, sostiene Borra, quien creció escuchando a su madre cantar y que además compartió el tango con sus abuelos, uno de ellos bailarín. 

“Me atrae mucho el esoterismo, es decir sumergirme en una búsqueda de respuestas, a través de doctrinas, prácticas y ejercicios relacionados con lo espiritual, lo filosófico.  De hecho, mi más reciente disco ‘¿Usted está aquí?’ (2014) tiene mucho que ver con ese concepto. El título de la canción plantea una pregunta a quien lo escucha. Y esa inquietud la hago basado en que el hombre por más que aparentemente esté en vigilia, está dormido porque no ha desarrollado todo su potencial. Existe la posibilidad de que el individuo esté físicamente en un lugar, pero a la vez su mente y espíritu estén en otro lado o simplemente dormidos. De eso se trata la lírica de las canciones de ese disco”, explica Borra, quien estudió en la EMBA (Escuela de Música de Buenos Aires). Un detalle que tiene ‘¿Usted está aquí’ es que fueron grabados todos los instrumentos al mismo tiempo para darle una sensación a quien lo escuche de que está dentro de la sesión de grabación o un show en vivo.

Su apariencia misma es descomplicada.  Si hace calor prefiere usar camisetas, bermudas y zapatillas para estar cómodo, sin importar a dónde le toque ir. Esa imagen hippie se relaciona más con el hecho de que él ha compartido tiempo y escenario con gente de ese movimiento a la que ha conocido en diversos viajes. “Cuando llego a un sitio lo primero que me llama la atención es la música de los pueblos. Trato de investigarla lo que más puedo para crear. Ahora es más fácil a través de internet, pero prefiero descubrirlo más con la gente que hace esa música. Se decidió por la música a los 9 años, pero desde antes ya coqueteaba con el piano. “Apenas llegaba a la altura del piano empecé a jugar con notas entre graves y agudas, dispersas”.

Es tan descomplicado que su primer disco lo grabó hace 10 años en el cuarto de su casa, en el barrio de Núñez (Buenos Aires). Por eso lo llamó ‘El placard’ (2005). Después vino uno doble llamado ‘Las cosas del mundo / De todos los días’ (2009). Ese trabajo tiene la novedad de que muchas de canciones se fusionan con otras, creando la sensación de no saber cuándo termina alguna.

“El primero es más pop, con programaciones. En esa época tocaba en un trío. Era más de cuerdas. Dos guitarras, una eléctrica, una acústica, más un bajo. Con Pablo Paz, el de la eléctrica, conocí la mbira. Ellos estuvieron en parte de mi siguiente trabajo. Ahí edité, arreglé y toqué todos los instrumentos, desde teclados, pasando por guitarra, percusiones como cajón peruano, cascabeles y otros elementos caseros para darle el toque experimental”, expresa Borra, quien durante los últimos días se ha presentado en el festival de las Flores y las Frutas (Ambato), en Café Alquimia (Guayaquil) y Taita Rock (Quito), en este último show junto a Luis Rueda e Igor Ycaza. Pero sus tocadas en Ecuador son otra historia.

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