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El Telégrafo
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WhatsApp y Skype acercan al DT con los repatriados

WhatsApp y Skype acercan al DT con los repatriados
16 de marzo de 2013 - 00:00

La tecnología es la principal aliada del técnico de la Selección, Reinaldo Rueda, y de sus colaboradores. Es el soporte que utilizan para seguir de manera exhaustiva el desempeño de los seleccionados que juegan en clubes del exterior.

WhatsApp, Skype, correo electrónico o la habitual llamada telefónica son parte de los medios a los que recurren los profesionales para mantener un contacto permanente con los futbolistas.

Cada semana están pendientes de las jornadas que cumplen los tricolores en sus planteles. El asistente técnico Alexis Mendoza y el preparador físico Carlos Velasco tratan en lo posible de observar en directo los compromisos del torneo inglés, ruso, holandés, mexicano, argentino y árabe, ligas en las que actúan los compatriotas. Si por algún motivo no pueden observarlos en vivo, graban el cotejo. Cada fin de semana, le entregan a Rueda un informe minucioso sobre cada uno de los posibles convocados.  

El análisis es meticuloso. Contiene información referente a los minutos que cada uno estuvo en la cancha, las asistencias que ejecutó, las  amonestaciones  recibidas y la posesión de la pelota de su club. El último informe, por ejemplo, registra los 1.546 minutos en cancha que acumula el volante Antonio Valencia en 21 partidos en la Premier League. Fue también gracias a esta valoración que Rueda decidió  convocar al lateral izquierdo de Emelec Óscar Bagüí, quien suma 540 minutos de juego en el torneo local. En los seis encuentros que ha disputado ha sido titular.          

Cuando se aproxima la fecha para una nueva nómina, se intensifican los procesos de observación y contacto personal con los posibles citados. El asistente técnico, Alexis Mendoza, es quien más afinidad tiene con el grupo. Es él quien los llama esporádicamente para conocer sus estados anímicos, sobre todo cuando algún  jugador no tiene regularidad o el equipo en el que juega  no atraviesa un buen momento. “Es vital conocer el lado humano, no solo los datos técnicos, porque el estado anímico también influye en la cancha”, aduce Mendoza.

Por eso el estratega trata de organizar al menos una vez por año, según fechas, calendarios y recursos económicos, visitas personales a los futbolistas en sus clubes.

Así fue como logró conocer detalles de la vida del volante Renato Ibarra, de 22 años,  en Holanda. A él lo han visitado dos veces en lo que va de esta eliminatoria.

El primer contacto ocurrió a finales de octubre del 2011 cuando el futbolista apenas tenía tres meses en tierras europeas e iniciaba un largo proceso de adaptación al nuevo ambiente, costumbres e idioma.

En abril del año pasado, cuando Rueda realizó su último periplo internacional, lo volvió a visitar y un mes después de aquello apareció por primera vez en una convocatoria oficial para eliminatorias. Su nombre estuvo entre los escogidos   para enfrentar a Argentina y Colombia.

En la primera visita, reveló Rueda, lo notó algo incómodo y asustado porque se enfrentaba a su primera experiencia en un club extranjero.

Pero en el segundo encuentro, según Mendoza, quedó sorprendido “por su adaptación al medio, la alegría con la que trabajaba y su empeño para aprender”. En esa ocasión, Ibarra era la imagen internacional de su club.

La primera parada del último viaje del estratega fue México, posteriormente España, Inglaterra y Holanda, donde pudo conocer y convivir con el entorno en el que se desarrollan los referentes tricolores.

Precisamente en suelo “azteca” reside el capitán de la “Tri”, Walter Ayoví, a quien el DT considera una gran influencia para el grupo en el ámbito  humano, por la “simpatía” de su carácter. Rueda asegura que su relación con él “supera lo laboral”. “Walter es una persona muy leal, a la  que recurren los jóvenes en busca de un consejo, y eso es positivo”.

Rusia y Arabia han sido los únicos países a los que Rueda no ha viajado por la distancia y el tiempo. Por eso no conoce de cerca el entorno en el que se desenvuelven el delantero Felipe Caicedo (Lokomotiv), el volante Cristhian Noboa (Dínamo de Moscú) y el atacante Jaime Ayoví (Al-Nasser). Pese a eso han logrado establecer buenas relaciones con todos ellos en los pocos días de concentración que tienen en cada convocatoria; además del contacto vía Internet.

La Casa de la Selección y los cerca de 12 días de trabajo que tendrá Ecuador antes de enfrentar a Paraguay, el 26 de marzo, brindan un ambiente propicio para que el adiestrador y su cuerpo técnico conozcan detalles íntimos de sus pupilos.

Rueda les ha sugerido a los jugadores que conversen con el psicólogo colombiano Orlando Caicedo para que sepan llevar y asimilar detalles de  las “tentaciones” que encierra el mundo futbolístico. Pero la mayoría no lo ha hecho. Solo asisten a la charla que una vez por día brinda el profesional dentro de la concentración de Monteolivo.

El Telégrafo conoció que el volante lojano Luis Fernando Saritama es uno de los poquísimos jugadores que ha accedido a tener sesiones particulares con el psicólogo de la Selección.

MALDONADO RECIBE INFORMES DE MÉDICOS DE CLUBES EXTRANJEROS

El aspecto fisiológico de los jugadores está totalmente controlado gracias al internet. El doctor Patricio Maldonado apenas se entera de una lesión, llama al futbolista y después se comunica con su colega del club para que le envíe todos los exámenes y un informe. “Por fortuna tengo buena relación con casi todos los colegas de los equipos en los que están ecuatorianos y no hay recelo para entregar la información que pido. Me envían detalladas las pruebas efectuadas y hasta el dictamen inicial”, dijo.

Luego de la lesión más reciente de Jaime Ayoví (fractura de peroné), el galeno recomendó que la recuperación inicial la realizara en Arabia y que después viajara a Ecuador. Mientras mejora, Maldonado lo llama cada semana y le imparte tips de rehabilitación. “Él está allá solo con su esposa e hijos y necesita todo el apoyo del entorno familiar para una mejor recuperación, sobre todo anímica, por eso vendrá al país”.

Maldonado anticipó que se tiene previsto establecer una cámara hiperbárica en  Monteolivo. Al momento se hacen las gestiones para importarla. La función de ésta es dar una hiperpresión de oxígeno con lo que se ayuda a acelerar  el proceso de adaptación a la altitud.

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