Ante los ataques desatados en redes sociales contra el Gobierno Nacional por el supuesto ocultamiento de las cifras reales de contagios y fallecimientos a causa de la epidemia del covid-19, las autoridades han aclarado que las estadísticas que se presentan a diario al país “son una parte de la realidad y no necesariamente toda la realidad”.
El informe que se entrega muestra el número de personas a las que se toma la prueba y a partir de allí quiénes dan positivo para el virus, quiénes dan negativo, de cuántos se tiene la certeza de que murieron a causa de la neumonía que causa el coronavirus y de cuántos se sospecha que murieron por ese motivo. Hasta ayer, esto significaba 9.022 casos confirmados y 8.491 casos descartados de contagio. No obstante, el Ejecutivo reconoce que fuera de las cifras oficiales puede, por ejemplo, haber personas contagiadas que no presentan síntomas y otras a las que no se les haya realizado la prueba por diversas razones. Ello sin contar que hasta ayer existían 13.409 test realizados y en proceso de verificación para saber si se confirmaba el contagio o no.
Existe, por tanto, la posibilidad de un sub registro de casos. Sin embargo, ello no obliga a pensar que el Ejecutivo oculte información. Además, dado que el mundo lidia con un virus nuevo y una pandemia para la que ninguna nación del mundo demuestra estaba preparada, es lógico que no se pueda confirmar con total certeza todas las infecciones y si todas la muertes que ocurren en estos días están relacionadas o no con la crisis sanitaria.
El periodista Arthur Wallace señalaba el viernes en una nota de la cadena BBC, que “el coronavirus avanza a una velocidad que supera tanto las capacidades de diagnóstico como a los sistemas de registro, los que además no necesariamente están contando a todas las víctimas”.
Por lo tanto, salir al frente detrás de la pantalla de una computadora o un teléfono celular a exigir la verdad resulta desmedido y aporta poco a lo importante: superar la emergencia que vivimos. (O)