La Revolución Ciudadana, impulsada por Alianza PAIS, cumple cinco años de trabajo productivo, bajo el liderazgo de Rafael Correa.
Hace pocos días, en uno de los reportajes realizados por este medio de comunicación, un analista político afirmó que, aunque el Jefe de Estado cumplirá recién un lustro en el poder, existe la sensación de que el programa de Gobierno lleva décadas en el Ecuador.
Y esa percepción es comprensible, si consideramos que el régimen emprendió, desde 2007, un compromiso con el pueblo que nadie se atrevió a rubricar: el cambio profundo en sistemas sensibles del aparato estatal para que sirvan a los mandantes.
El camino ha sido complejo, escabroso, y en la ruta han quedado atrás los más débiles actores políticos que iniciaron el proceso. También sectores de la oposición encarnados en agrupaciones sindicales, la vieja partidocracia y, sobre todo, medios privados de comunicación que llegaron a extremos inconcebibles para torpedear los proyectos nacidos del Ejecutivo. Pero, como bien dice el Presidente de la República: “Que nos roben todo, menos la esperanza”. Nadie puede desconocer los esfuerzos para consumar la utopía que aquel joven economista pregonaba durante la campaña presidencial de 2006 y que permitió a los ecuatorianos recuperar la fe en sus posibilidades.
Nada ha sido fácil en estos cinco años. Las transformaciones del sistema, las medidas tomadas y el cambio en la mentalidad en el sector público han tenido resistencia en grupos que quieren mantener intactos sus privilegios.
En siete procesos electorales consecutivos, el pueblo ecuatoriano ha respaldado las propuestas del Ejecutivo. Con estos pronunciamientos, a la oposición nacional solo le queda la injuria y la calumnia.
Hoy está previsto que en el estadio Alejandro Serrano Aguilar, en Cuenca, todo el aparato político de Alianza PAIS, liderado por nuestro gobernante, celebre el primer quinquenio en el poder.
Que este acto sirva para reafirmar el compromiso de servicio a los sectores históricamente marginados del país y, asimismo, que su presencia constituya una masiva respuesta a la oposición.