Al cumplirse 2 años de la administración del alcalde Mauricio Rodas la evaluación no era la mejor y, al mismo tiempo, ya había varios frentes abiertos que ponían a pensar y a dudar al más crédulo. Si fuese solo por el lado de la política, la renuncia de la vicealcaldesa no sería un asunto menor, ni aquí ni en ninguna parte del mundo. Eso dice mucho y abre una luz para entender otros problemas.

Pero la misma ciudad afronta dificultades para entender qué proyecto para Quito tiene la administración tras más de 2 años. ¿Solo se quiere construir obras o que ellas sean parte de un sistema urbano? ¿La cosa es gastar la plata o mirar hacia 2020, y para eso definir prioridades y tareas que van más allá del deber ser? La llamada Solución Vial Guayasamín ha sido el detonante. Pero muchos no vieron lo que vendría cuando desde las páginas de este diario se advirtieron algunos problemas y ni el Alcalde ni sus más cercanos asesores y colaboradores quisieron atender los pedidos periodísticos.

Hoy lamentamos la poca atención y transparencia, sobre todo porque la más afectada es la ciudadanía. (O)