Publicidad
Los alcaldes, prefectos y juntas parroquiales han hecho un enorme trabajo. Ahí ha pesado mucho la coordinación con el Gobierno central. Y por eso, planes y programas, con sus presupuestos y préstamos, han funcionado notablemente mejor que en anteriores administraciones.
No olvidemos que sin el sistema y marco jurídico actual habríamos tenido paros y molestias cada mes. Por lo mismo, en esta última etapa de gestión hace falta una profunda evaluación de todo lo avanzado y hacer las correcciones necesarias.
Con o sin reelección, para la gente lo único que cuenta es que existan buenos servicios, calidad en la gestión y una participación consecuente. Claro que hay municipios que no lucen estos rasgos, pero en la buena competencia tienen un espejo.