El Consejo Nacional Electoral identificó 57 murales, 54 pancartas, 13 microperforados, 1 calendario, 1 tríptico y 1 hoja membretada como promoción electoral anticipada en las vías públicas de Cañar, Santa Elena, Pastaza, Napo, Loja, Imbabura, Guayas, Esmeraldas, El Oro, Cotopaxi, Chimborazo y Azuay. Quien más usa esto es el precandidato presidencial Guillermo Lasso: hasta el 26 de julio mantenía 6 vallas publicitarias en Quevedo (Los Ríos), a pesar de la prohibición contemplada en el Código de la Democracia.
Evidentemente hay un fraude y una competencia desleal frente a los demás candidatos y actores políticos. Y eso no ayuda a una sana lid electoral. Es verdad que la máxima autoridad en procesos electorales ha dispuesto el retiro de esas vallas y demás promociones, pero es evidente que en las redes sociales y en algunos medios esa campaña de algunos precandidatos es millonaria y abundante.
Y es cierto que no hay una norma regulatoria en internet, pero más allá hay valores y principios éticos que deben considerarse para que la democracia no sea vea afectada por la capacidad no solo económica, sino de alianza con la prensa, y con ello obtener una ventaja desleal. (O)