Sí, los policías entienden que lo ocurrido hace tres años marcó el inicio de su cambio definitivo. ¿Hizo falta un acontecimiento de esa naturaleza para provocar o acelerar los cambios institucionales? Paradójicamente, sí.
El mismo comandante de ese entonces hizo varios esfuerzos por provocar la reflexión en sus subordinados, pero hubo algunos mandos y personal de tropa que estaban “conectados” a una visión y a unos intereses concretos.
No es que se haya llegado a resolver todo lo que requiere la Policía desde adentro, pero desde afuera hay un mejor apoyo, una planificación a largo plazo y una articulación integral al Estado como un todo. Ojalá la memoria ayude a sostener la transformación que empieza a experimentar la Policía, como una entidad de servicio ciudadano.