Ni las amenazas ni las sanciones a los periodistas y a los medios de comunicación lograron acabar con el periodismo libre en nuestro país. Fue una década complicada, pero todo eso quedó atrás y en la actualidad los organismos internacionales de derechos humanos y de la educación, como la Unesco, reconocen a Ecuador como uno de los 17 países de América Latina que respalda la seguridad y los derechos de los periodistas. Los Estados modernos legislan en favor de las libertades y la de expresión es una de las más importantes para la plena vigencia de la democracia.

El viernes reciente se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa y los organismos internacionales señalan a Latinoamérica como la segunda región más letal para el ejercicio profesional de los periodistas. A tono con esos derechos el Gobierno actual se puso a la vanguardia en materia de libertades con varias acciones, entre ellas la suscripción del tratado de Chapultepec y la reciente creación del Comité Interinstitucional para la Protección de los Periodistas. Según una investigación que publica hoy este Diario, un total de 174 periodistas fueron asesinados entre 2012 y 2019. Según la Unesco, los comunicadores son el blanco de amenazas y ataques de regímenes autoritarios por causa de las denuncias que publican, que básicamente tienen que ver con corrupción y abuso de poder.

Apenas el 13% de la violencia contra periodistas es resuelto por la justicia y los ataques físicos, golpizas, destrucción de sus equipos, amenazas de muertes y detenciones ilegales son la forma de amedrentar el trabajo de los comunicadores. Según el organismo internacional, el mayor número de amenazas recae en las mujeres que ejercen el periodismo. La principal vía para denigrar a las mujeres es  internet y las redes sociales. La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en un informe aprobado en marzo de este año, reconoce los avances efectuados por  Ecuador para superar los abusos cometidos contra los periodistas. Comisionados y relatores de derechos humanos visitaron el año pasado las ciudades más grandes del país para constatar los avances en materia de respeto a los periodistas y a la libertad de prensa. (O)