Al parecer las matemáticas no son el fuerte de algunos medios y analistas. Cierto que el candidato oficialista en la capital argentina no ganó, pero de ahí a deducir que Cristina Fernández y su movimiento político perdieron y con ello advertir el retorno de la derecha a esa nación hay una distancia enorme.
Por lo pronto, lo que está garantizado y ahora nadie discute es una continuidad en el proceso político tras el descalabro de los gobiernos neoliberales. De todos modos, si la “pérdida” en Buenos Aires anticipa y alegra a la derecha de ese país, no hay que olvidar que no son lo mismo las primarias que las elecciones presidenciales.
Y solo cuando ocurra ese acontecimiento podremos hablar de cambios hacia la derecha. Por lo pronto, los resultados solo alegran a los que no saben sumar.