Ecuador, 28 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Punto de vista

Y, a fin de cuentas, ¿cuál es el "otro modelo"?

Y, a fin de cuentas, ¿cuál es el "otro modelo"?
23 de diciembre de 2015 - 00:00 - Juan Fernando Terán

Este año culmina con la consolidación de dos lugares comunes en el discurso sobre la economía ecuatoriana. Los políticos en oposición al Gobierno Nacional, los economistas “libertarios” y algunos empresarios han trabajado para convertir al Estado en el responsable de todos los males habidos y por haber. Gracias a su retórica, ahora, la culpa no es de la vaca sino del sector público.

Esta es, para decirlo sin eufemismos, la creencia que se intenta posicionar como el principal activo para las batallas simbólicas anti-correístas. Por otra parte, desde casi todas las posiciones del espectro político, se difunde la idea de que es necesario implementar “otro modelo”. Sean buenas o malas las intenciones detrás de la promoción de esta urgencia, las múltiples declaraciones no han logrado especificar las características del modelo alternativo.

Políticos, empresarios y activistas tienden a asumir que una propuesta coherente y consistente de política económica puede definirse a través de la recolección de un conjunto amplio (pero contradictorio) de objetivos para la acción pública que, como sucedió en las décadas pasadas, emerge mediante la recopilación de los deseos o las aspiraciones de las personas.

Cuando no se procede así, se supone que un modelo alternativo puede ser delimitado desde las percepciones y necesidades inmediatas de las empresas. Empero, ni los compendios de anhelos ni las agendas microeconómicas son suficientes. Para replantear la economía nacional se requieren definiciones claras y explícitas sobre cuáles son los medios para lograr una determinada relación -establecida según algún criterio normativo de bienestar- entre la producción, el empleo, la inflación, la tasa de interés y el tipo de cambio. Conducir el debate hacia el ámbito de las variables “fundamentales”, obviamente, incomodará a los políticos.

Como puede apreciarse en la experiencia de Argentina con Macri, su oficio les induce a dosificar la información sobre lo que harán como gobernantes. Poner todas las cartas sobre la mesa no es su opción preferente para acceder al poder. Entre los temas de enunciación difícil, se encuentran las tendencias de consumo de los hogares y la eficiencia de las empresas productoras para los mercados externos. Un cambio de gobierno puede suceder de un día a otro, pero no la transformación de esas tendencias.

Los hábitos persistentes de los consumidores y productores están reflejados en una balanza comercial no petrolera que ha sido negativa desde hace 15 años. Por ello, el “otro modelo” podría comenzar a decantarse cuando, en la esfera pública, alguien se atreva a especificar cómo alcanzar y mantener las expectativas de consumo de la ciudadanía en un país abierto, primario, dolarizado y con ingresos petroleros restringidos. ¿Será factible? (O)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media