Transcurría  el año 1949 y en un estrecho local del Mercado Central, Estuardo Sánchez García abría un modesto negocio de venta de hilos. No tenía empleados, era una actividad familiar que inició  para el autosustento. Él atendía directamente a su clientela  con calidez y siempre pensando en el servicio que  brindaba.

Aquella  estrategia años después le dio el éxito deseado para  aperturar  megaalmacenes  de artículos varios y formar un grupo empresarial en las ramas de turismo, bienes raíces, embotelladora e inversiones.

La marca comercial y líder entre las empresas es la cadena de Almacenes Estuardo Sánchez (Alessa). En la actualidad, lejos quedó la venta de hilos y de perfumes Windsor.  Tienen más de 40 mil items  para ofrecer. “Todo esto lo logré a base de esfuerzos, sacrificios, constancia y perseverancia”, reitera don Estuardo, como se conoce a su mentalizador.

De ahí logró trasladarse al edifico propio de las calles  10 de Agosto y 6 de Marzo.
“En 1949 inicié con un lugar muy pequeño, sin crédito, sin capital y me forjé para ser lo que somos. El destino de cada ser humano está trazado y ahora la responsabilidad es tener 1.000 trabajadores”, precisa.

El  empresario, a pesar de afirmar que nunca piensa con quien competirá, sigue los  pasos de otras cadenas, de expandirse al populoso sector del noroeste de la ciudad. El martes pasado aperturó su quinto local y el almacén más grande de la cadena en el Parque Industrial California. La inversión fue superior al millón de dólares. Se trata de un complejo de 800 metros cuadrados.