Se necesita mucho más trabajo con los cañicultores, los ingenios hacen algo a través de técnicos que capacitan a los agricultores. Nosotros dictamos cursos y charlas pero falta mucho más. Aquí falta mucho incentivar al cañicultor para que se capacite mucho más y pueda mejorar su productividad.

Los agricultores están acostumbrados a manejar sus cultivos y recibir su presupuesto al final de la cosecha, que no es lo mejor, pero es algo para la sobrevivencia de ellos y sus familias.

Hay que hacer pensar al cañicultor como un empresario que va a ganar mucho más dinero cuando haga una buena inversión en su cultivo.

La inversión es buena semilla, nuevas variedades, manejar bien el suelo, riego, fertilización orgánica. El problema de la producción de caña se estaba dando por la parte de variedades nuevas de azúcar.

Las variedades son realmente la fuente del azúcar en el campo, hay que tener de alta producción tanto de tonelaje como de contenido azucarero, así como resistentes a plagas y enfermedades.

Hace años teníamos una sola variedad que ocupaba casi el 90% del área cultivada. La variedad Ragnar traída de Australia por más de 60 años todavía se la sigue utilizando, pero ahora en un 45% de los cultivos. Ahora hay más variedades.

La caña de azúcar se reproduce mediante clonación y lo que se estaba haciendo, lo que se está haciendo es cortar un trozo de tallo, se siembra y de allí sale una nueva planta.

El cañicultor para tener una buena producción lo primero que tiene que hacer es manejar una buena semilla de caña. Que sea sana y vigorosa para luego manejar el suelo en forma muy adecuada.

Hay que hacer buena preparación del suelo, tratar de incorporar materia orgánica y no necesariamente fertilizantes porque eso va a mantener el suelo a través del  tiempo.

La caña de azúcar crece muy bien en condiciones de alta materia orgánica.