Después de 35 años de espera, más de 85 mil familias de la zona norte de la provincia de Santa Elena se beneficiarán con el trasvase Chongón-San Vicente, que cubrirá la demanda de agua para irrigar 7.700 hectáreas en el valle del río Javita y  dotar  del líquido  a una de las zonas más secas del país.

El proyecto, ubicado en la parroquia Julio Moreno, proporcionará el líquido a las poblaciones Juntas del Pacífico, Julio Moreno, Sube y Baja, Colonche, Manglaralto, Icera, Balsas, Corozo, y las comunas ubicadas desde Ayangue hasta La Entrada, en el cantón Santa Elena. En este megaproyecto de riego la inversión asciende a 40 millones de dólares.

El vicepresidente de la República, Jorge Glas, los funcionarios de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) y los ministros del Magap, Javier Ponce, y de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda, recorrieron el lunes el trasvase Chongón-San Vicente y la planta de bombeo Leoncito, donde constataron que la obra civil ha avanzado el 70%.

Poveda explicó que se prevé en marzo del próximo año iniciar las pruebas de funcionamiento, cuando    llegue el componente mecánico (bombas y demás equipos)  desde Estados Unidos, donde se fabrican, y que la infraestructura física esté lista  en febrero.

El funcionario indicó que el trasvase, cuya construcción está a cargo de la empresa Hidalgo-Hidalgo, tendrá una extensión de 33 km, entre canales naturales y artificiales, y funcionaría en abril de 2014.

Para cumplir con la distribución de agua en la zona del valle del río Javita, el megaproyecto cuenta con cuatro componentes: la represa de Chongón,  desde donde se capta el agua; un canal de 5,3 km  que cursa por la parroquia Julio Moreno; la represa Leoncito y la estación de bombeo del mismo nombre, que a través de un sistema de impulsión enviará el líquido hacia la cordillera (cerro La Frutilla), desde allí va hacia  el estero La Camarona y sigue su curso. “Este es un proyecto histórico, Chongón-San Vicente ha esperado décadas por esto”, sostuvo Glas en referencia a que la represa -cuyo costo es de $ 50 millones- permaneció subutilizada durante años por la falta de canales.

En tanto, Poveda aclaró que si bien se cumplirá con la labor de entregar agua en dichos sectores, la competencia de potabilizarla les corresponderá a los municipios.

Por otra parte, 20 ciudadanos viajarán en los próximos días a la Universidad de Wuham becados por el Gobierno Nacional y la universidad de Wuham, de la República Popular de China, para que se perfeccionen en el área de planificación y gestión de los recursos hídricos en cuencas hidrográficas.

Tierras más productivas

Se estima que alrededor de 1.500 agricultores de la zona rural de la provincia de Santa Elena se  beneficiarán con el funcionamiento del trasvase.

Ellos forman parte del proyecto productivo Pidasse que impulsa los cultivos de maíz y fréjol, en mayor escala, y hortalizas y frutas, aunque en menor cantidad.

La esperanza de los habitantes de las parroquias de Chanduy, Colonche, Manglaralto y Santa Elena, es  incrementar su producción cuando  la represa entre en funcionamiento. “La zona puede duplicar o triplicar su productividad con mayor riego”, sostuvo el ministro del Magap, Javier Ponce.

Dijo además que se debía trabajar en el tema de infraestructura para que los agricultores pudieran sacar sus productos desde sus tierras y luego  analizar  los precios.

Según el director provincial de Agricultura de Santa Elena, Lenín Mera, se espera aumentar el número de hectáreas productivas de 2.000 a 5.000 en el año  2014.

Actualmente, la cosecha de maíz promedio en esa zona es de entre 6 y 7 toneladas por hectárea, lo que se ha conseguido -aseguró- con el uso de semillas importadas de alto rendimiento y un kit tecnológico completo.

Mera anunció que los agricultores prevén diversificar su canasta de productos con frutas como sandía, café e incluso ajonjolí. Ponce se refirió al cultivo de uva y a la necesidad de un trabajo conjunto entre la empresa privada y las organizaciones campesinas.

El vicepresidente recorrió los puestos instalados para exhibir las frutas, hortalizas y elaborados de ciruela, como mermeladas, helados, jugo, licores y encurtidos, y que fueron parte de una feria que se realiza hace 26 años. “El propósito de esta feria es tener un mercado para poder comercializar y mostrar todo lo que se puede elaborar  con la ciruela”, manifestó Clarita Gabino, miembro de la asociación de pequeños productores de la fruta,  que agrupa a 56 socios.