El objetivo principal de la salud ocupacional es el de velar por el bienestar, la salud y las condiciones de trabajo de cada individuo en una organización. Este también busca establecer y sostener un medioambiente de trabajo seguro y sano, comenta Ana María de la Espriella, psicóloga y experta en procesos de recursos humanos.

Esto permite que el clima laboral reciba un impacto positivo porque los empleados ven que su organización se preocupa por su bienestar.

El éxito de cualquier empresa es crear un programa lo suficientemente efectivo de salud ocupacional que provea seguridad, protección y atención integral a los empleados para que ellos logren desempeñarse en sus labores y generar más productividad.

También están las empresas que no tienen conocimiento de que sus empleados se encuentran expuestos a cualquier tipo de riesgo, sin importar el tipo de labores que desempeñen.

Pero en el momento en que los riesgos intrínsecos en las actividades cotidianas se materializan, afectan al empleado y sus consecuencias se hacen extensivas a la organización, al entorno social y familiar del afectado.

Si en una empresa no existe conciencia de este riesgo, es probable que esté propensa a entrar en conflictos judiciales externos por parte de los empleados que hayan sido afectados y, por ende, esto tendrá una incidencia en su productividad y permanencia en el mercado.

En el momento en que una empresa desarrolla un programa de salud ocupacional, se logran beneficios como: la mejora de la calidad del clima laboral, mayor satisfacción del personal y productividad, y calidad en productos y servicios, comenta Juan Carlos Sánchez, psicólogo y experto en relaciones laborales.

Un efecto paralelo que se genera, por medio de la implementación de este programa, es la detección de riesgos psicosociales.

Prevenir los potenciales riesgos por medio de la salud ocupacional, ayuda de forma efectiva a promover el éxito interno, se convertirá en una empresa modelo frente a otrasorganizaciones y es posible que, a futuro, contribuya a mejorar la normativa nacional. 

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor de 2 millones de personas en el mundo mueren anualmente por riesgos presentados en sus respectivas organizaciones. Por ello, insta a los gobiernos a aplicar políticas preventivas.

Desde que Ecuador firmó el Acuerdo de Cartagena se comprometió, por ejemplo, a establecer una adecuada política preventiva a través del Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo, que busca mejorar las condiciones de los trabajadores en los ámbitos relacionados con su seguridad y salud.

Desarrollar consciencia preventiva y hábitos de trabajo seguros en empleadores y trabajadores; disminuir las lesiones y daños a la salud provocados por el trabajo, y mejorar la productividad en base a la prevención son parte de ese acuerdo.

Sin embargo, aún hay tareas pendientes por parte de los empleados, los empleadores y del Estado, aseguran los expertos. A continuación exponemos sus puntos de vista.

Escenarios

01 El sistema de gestión no se cumple, según experto del sector

Toda empresa, sin importar su tamaño o actividad comercial o de servicio, debe tener su sistema de gestión, asegura Moisés Castro Carrasco, presidente ejecutivo de la Sociedad Ecuatoriana de Seguridad, Salud Ocupacional y Gestión Ambiental (SESO). Sin embargo, considera que en sus 33 años de experiencia en el área, más del 90 % de las empresas en el país no cumplen las normativas. “Lamentablemente las empresas son más reactivas que proactivas, es decir están esperando que ocurra algo con los empleados, les llegue la demanda y se vean sancionados. Hay otros que prefieren pagar demandas que invertir en un sistema de gestión, a pesar de que la ley lo obliga”. Dice que parte de la responsabilidad la tiene el Ministerio de Trabajo, Servicio de Renta Internas o demás organismos involucrados en las constituciones de las nuevas empresas. “Cuando una empresa está por nacer y hacen los trámites, a ellas no se les entrega un disco o un manual con las normativas sobre seguridad, salud ocupacional y ambiente que deben ser ejecutadas.

La seguridad debe comenzar desde el inicio de la empresa. En un momento dado, la responsabilidad es compartida. Lamentablemente cuando ya hay un problema ahí recién se emite una ley, es decir tiene que justificarse una situación para promulgarse la ley. Nada es preventivo, todo es reactivo”.

02 Empresas de asesoramiento de prevención piden mayor protagonismo

Según la Sociedad Ecuatoriana de Seguridad, Salud Ocupacional y Gestión Ambiental (SESO), por cada euro que se invierte en el sistema de gestión y seguridad ocupacional la empresa recibe el doble. “El nivel de prevención es lo más idóneo, barato y lo más productivo para una empresa. Las empresas aquí no lo ven como una inversión sino como un gasto y creen que el Seguro Social tiene que darme todo y cuestionan el porqué tienen que invertir en capacitación, planificación y demás. El empresario tiene esa mala enseñanza que va desde la Universidad que no se les enseña estos temas y deberían ser incluidos”.

Moisés Castro considera que las autoridades estatales deben darle un rol protagónico a las empresas que asesoran en prevención. “No solo estamos para prevenir accidentes o disminuir las tasas de accidentabilidad sino también para asesorar la alta gerencia de las empresas para que no cometan errores administrativos”.

El sistema de gestión debe ser revisado permanentemente con la misma rigurosidad con que se revisan los indicadores económicos de la compañía, sus ventas, ganancias, etc. “Si existiera la cultura de prevención en el país, no habrían tantos accidentes o empresas que reciben demandas. Si una empresa se preocupa por sus empleados, ellos trabajan de forma más proactiva y eso trae ganancias para la compañía”.

03 Responsabilidad compartida entre empleados y empleadores

Identifica posibles riesgos en tu puesto de trabajo es la recomendación de Piedad Buendía, asesora en seguridad y salud ocupacional. “Es verdad que las empresas tienen que ofrecer y garantizar la seguridad a sus colaboradores, pero estos también tienen normas que cumplir. Además, parte de la convivencia es ayudar a identificar estos riesgos y comunicarlos a los empleadores para que no haya accidentes”, refiere.

Un riesgo potencial puede ser desde una herramienta de uso diario que se encuentre en mal estado, hasta una parte de suelo mojado y resbaladizo no señalizado debidamente. Es importante identificar estos riesgos potenciales y saber cómo puedes comunicarlos. De la misma forma, confirma que conoces los procedimientos de reporte y comunicación ante posibles riesgos en el trabajo. Esto ayudará a identificar el problema y ponerlo en conocimiento del empresario, quien tiene como obligación solucionarlo y asegurar que el entorno de trabajo sea un lugar libre de peligros.

Mientras que los empleadores tienen que proporcionar orientación laboral y capacitación para el trabajo. “La empresa tiene la obligación de proporcionar el equipamiento adecuado y de encargarse de que el trabajador reciba la formación requerida para el correcto uso de este. Una responsabilidad compartida entre el empresario y el trabajador que beneficia a ambas partes.

04 La salud psicológica de las personas genera una sociedad más proactiva

El psicólogo Jorge Escobar asegura que invertir en salud psicológica no es una prioridad para las empresas ni para los países porque “no les conviene el desarrollo de los individuos para que continúen sometidos”.

Asegura que la sociedad vive la época de la esclavitud moderna en donde es preferible aguantar las presiones laborales para evitar se despedido.

Es por eso que plantea que las reglas y políticas sociales tienen que ir encaminadas a mediar conflictos para que las personas pueden coexistir desde las diferentes posiciones que tienen en la sociedad y en lo laboral.

“Si el Estado pone espacios de mediación, las empresas privadas, por ende, harán lo mismo. Si las empresas públicas crean espacios de conciliación, inclusive entre gerentes o subalternos, estaremos construyendo nuevas realidades y una sociedad más crítica y progresiva. Una vez que se ponga la política de la coherencia, es decir, pensar, decir y actuar, vamos a manejar niveles más evolucionados”.

Otro planteamiento del experto es que las sanciones a quienes incumplen con las políticas de convivencia empresarial no deben ser punitivas sino sanciones “en positivo”.

“Todos tienen que hacerse cargo de sus responsabilidades, ser predicador desde la práctica. Sólo así habrán trabajos y sociedades más dignas”.

05 El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social supervisa las buenas prácticas

Constantemente el Seguro General de Riesgos del Trabajo ofrece capacitaciones a empleadores y trabajadores sobre las obligaciones y responsabilidades, deberes y derechos establecidos en la normativa para el cumplimiento legal en materia de seguridad y salud ocupacional, asegura Miriam Machado Díaz, directora del Seguro General de Riesgos del Trabajo.

Sin embargo, la funcionaria reconoce que falta mucho por hacer en estos temas, desde la concientización a las empresas de que la seguridad y salud ocupacional sean parte de la cultura organizacional, es decir, que una cultura de prevención de riesgos laborales constituya a una práctica común diaria.

En tal función es primordial primero identificar los riesgos a los cuales se encuentran expuestos los empleados de cada empresa y desde este punto incluir capacitaciones permanentes que conlleven a elevar la concientización sobre estos temas.

A pesar de los esfuerzos, anualmente a nivel nacional se reciben alrededor de 20.000 avisos de presuntos accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Estos avisos -explica- pasan a un proceso de análisis e investigación con el fin de validar si realmente los avisos presentados califican como accidente de trabajo y enfermedad profesional y, según el caso, se procederá a las sanciones u observaciones. (I)