Ecuador, 08 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Entrevista / César de Cesare / Canoísta argentino, nacionalizado ecuatoriano

“Tenía en mente vivir y trabajar, pero me tocó trabajar para vivir”

El 27 de mayo de 2012 ganó la medalla de plata en la Copa Mundo en Duisburg (Alemania). Foto: Karly Torres / El Telégrafo
El 27 de mayo de 2012 ganó la medalla de plata en la Copa Mundo en Duisburg (Alemania). Foto: Karly Torres / El Telégrafo
22 de marzo de 2015 - 00:00

En 2009, César De Cesare tomó la decisión de su vida. Dejó su natal Argentina para radicarse en Ecuador, tras la insistencia de su hermano Sebastián, que ese año había sido contratado como entrenador de la selección nacional de canotaje.

‘Sebas’ le ofreció volver a remar. Empezó a convencerlo explicándole que en Guayaquil podía abrir una escuela de canotaje y, si se proponía  y recuperaba su nivel competitivo, podría volver a participar en torneos locales. De Cesare se había retirado definitivamente unos meses atrás para concentrarse en su vida laboral, que lo llevó a ser taxista y chofer de camiones de mudanzas en Buenos Aires.        

De Cesare compitió por su país natal en canotaje entre 1995 y 2003 y ganó un mundial juvenil a los 17 años, pero la falta de respaldo económico lo obligó a dedicarse a otros oficios.    

El deportista de Morón parecía poner punto final a su vida deportiva, que había empezado con 10 años en el fútbol con Colón y seguido a los 15, cuando se pasó al canotaje, siguiendo los pasos de su hermana mayor, Daniela.   

Cuando aceptó la propuesta de Sebastián, el piragüista no sabía muy bien si iba a competir o a enseñar canotaje en Ecuador. Nunca imaginó que realmente empezaría  haciendo paseos turísticos en el Estero Salado, pero 6 meses después de su llegada ganó oro en el Sudamericano de Colombia (2010). 

¿En qué momento se dio cuenta de que no tenía un buen futuro en la selección de canotaje de su país?

A los 20 años, cuando nacieron mis hijas. Ya era papá y no podía seguir remando por hobby, debía  producir, tener un ingreso fijo para solventar sus necesidades. En la selección argentina nos pagaban una miseria y a veces hasta con 6 meses de retraso. Eso hizo que  dejara de remar y saliera a la calle a buscar un empleo. Necesitaba darle una mejor vida a mi familia.        

¿Y encontró trabajo pronto? ¿Cómo fueron esos momentos?

Muy duros. Hubo ocasiones que pasaba días enteros en la calle y no encontraba nada. En algún momento no teníamos para la comida del día y una de mis hijas estaba enferma. Decidí vender mis remos en $ 500. Una vez, mientras regresaba a casa después de otro día sin haber encontrado trabajo, me dieron una hoja volante en el metro. Solicitaban conductores para camiones de mudanza y no lo dudé. Me presenté y me     contrataron. Tenía ya un ingreso para los gastos de las nenas y de la casa, pero era muy sacrificado.   Pasaba mucho tiempo lejos de la familia, a veces me tocaba manejar el camión hasta por más de 12  horas. Eso me frustraba mucho porque quería pasar con mis nenas, verlas crecer, reír con ellas.  

¿Qué hizo entonces?

Me conseguí un trabajo de taxista que me permitía trabajar en horarios flexibles y pasar más tiempo con mi familia. No teníamos para lujos, pero había para comer y para las necesidades básicas de las nenas. Estábamos bien. No veía la necesidad de salir de Argentina para volver a empezar a aventurar nuevamente en el canotaje. Tenía la responsabilidad de mantener a mis hijas, por lo que volver a empezar de cero en un país que no era el mío me impedía decirle sí a mi hermano cuando me ofreció que viajara a Ecuador. Pero fue tanta su insistencia que me terminó convenciendo.

¿Su esposa aceptó sin reparos acompañarlo en esta aventura?

La idea la emocionó mucho. Aceptó, pero viajó primero con mis 2 hijas, porque empezó a tener trabajo antes que yo. Su hermana, que también vivía en Guayaquil, le consiguió trabajo como ‘personal trainer’. Primero comenzó con una persona, después en un local que tenía mi cuñada, luego colaboró en un vacacional. A mí me costó mucho adaptarme cuando llegué.

Todas las propuestas de trabajo que tenía fallaron y estuve como unos 6 o 7 meses haciendo paseos turísticos en el Estero Salado, hasta que pude arreglar mis papeles y trabajar como entrenador en una escuelita de canotaje, al pie del puente 5 de Junio. Después de eso ya se me abrieron las puertas. Me llamaron del colegio Balandra para dar clases de canotaje en el lago artificial que tiene la Espol (Escuela Superior Politécnica del Litoral).

¿El canotaje siempre fue lo suyo?

Sí, pero cuando era pequeño mi madre me puso en el básquet, luego comencé a jugar al fútbol. Era muy malo jugando baloncesto, a pesar de que era alto. Como a mi mamá le gustaba que hiciéramos deportes con ‘Sebas’, nos mandó a jugar con la pelota. Pero mientras hacía fútbol en el verano, cuando se acababan las clases, iba a una escuelita de kayak en el río Uruguay. Allí fue cuando empezó todo. Es un río hermoso que mide 1 km de ancho y que es ideal para los deportes acuáticos, eso me hizo apegar más al canotaje.  

¿La química fue inmediata?

Sí, tanto así que luego de esa experiencia en el río Uruguay, fuimos con ‘Sebas’ a Buenos Aires, considerada la cuna del canotaje. Allí empezamos a correr selectivos y yo me instalé en la capital. Fui seleccionado por primera vez de Argentina en 1995. Estaba en la categoría cadete.  

¿Qué ganó con los ‘albicelestes’?  

Por un lapso de 7 años (1995-2002) se obtuvieron buenos resultados, entre ellos un campeonato del mundo en la categoría júnior. Andábamos bien, pero había un problema: el económico. Al deporte amateur en general no se le daba importancia como en otros países, eso hizo que pierda la paciencia. Dejé de remar en 2002, 10 días antes de los Juegos Panamericanos en Santo Domingo (República Dominicana). Le mandé una carta a la Federación de Canotaje para decirles que me sentía incómodo, que no podía seguir remando por hobby, que necesitaba apoyo económico para seguir en esto. Yo estaba clasificado a ese torneo, pero tan mal me sentía que decidí renunciar.              

¿A dónde se fue luego de que abandonó la selección?

Regresé a Colón a buscar un trabajo y vivir como una persona cualquiera. Fueron años complicados. Recuerdo que un día un amigo que también fue kayakista me invitó a correr una regata de canotaje en una provincia de Buenos Aires. Fue emocionante porque le ganamos a unos seleccionados argentinos. Yo estaba un poco pasado de peso, pero no panzón. Las personas presentes se quedaron admiradas por nuestra victoria ante deportistas de élite.

¿Nunca se le pasó por la cabeza poner una escuela de canotaje en Colón o algo parecido?  

Las ideas las tenía, pero si no había apoyo para los deportistas, peor iba a encontrar respaldo económico para enseñar. Yo tenía en mente vivir y trabajar, pero me tocó trabajar para vivir. En Argentina había muchas trabas. En ese entonces mi país estaba muy jodido, era difícil crecer. Así fue que dije, bueno, me arriesgo a ir a Ecuador. Y a la semana lo hice.  

Entonces llegó, fue guía de paseos turísticos en el Estero Salado y luego entrenador en una escuela de canotaje, ¿pero en qué momento decidió volver a lanzarse al agua como deportista?

Fue mientras entrenaba a los chicos. Yo también comenzaba a moverme y 5 meses después me di cuenta de que estaba en buena forma. Allí llegó la ocasión en que nos invitaron a una competencia en Colombia. Fui como entrenador de Ecuador en la categoría júnior y en ese torneo me dijeron que los profesores también podían remar y no lo pensé 2 veces y me lancé.

¿Imaginaba en ese momento que se convertiría en la revelación del torneo?

En ningún momento porque enfrentaba a seleccionados séniors de Colombia, Perú, Chile, Cuba, Venezuela, entre otros. Pero eso no me amilanó y fui la sorpresa del certamen en las modalidades K-1 200 metros y en K-2 500 metros.  A partir de ese momento quise volver a competir profesionalmente. Un entrenador cubano, quien incluso fue mi profesor cuando estaba en Argentina, publicó en el Twitter: “¡Cojones, De Cesare en los 200 metros!”. Allí empecé las gestiones con mi hermano para representar a Ecuador.  

¿Qué sintió cuando se impuso a los seleccionados, a pesar de que usted nunca se mentalizó ir a remar para ganar medalla de oro?

Sentí que seguía con la misma calidad con la que me despedí en Argentina, cuando me retiré por mi situación económica. Me emocionó mucho ganar después de 5 años de inactividad. Fue una alegría bárbara. Aunque existía la propuesta para competir a nivel profesional por Ecuador, me tomé mi tiempo para decidir qué hacer.  No estaba dispuesto a pasar las necesidades que pasé en Argentina. Yo con promesas no iba a entrenar.   

Entonces, ¿qué pidió y qué le ofreció Ecuador para que vuelva oficialmente a la competición?

Al principio no dejé de dar clases ni en la escuela del Salado ni en el Balandra. Pero conforme se iban acercando las competencias me apretaba en los horarios y necesitaba espacio y tiempo para entrenar. En ese momento apareció Toni (industria láctea), que lastimosamente dejó de darme el auspicio porque la compañía tiene ahora otros dueños. Para entonces apareció el apoyo del Ministerio del Deporte con el Plan de Alto Rendimiento y del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE); y bueno, decidí continuar con la idea de cursar el ciclo olímpico con miras a los Juegos de Río 2016. Así como cuando fuimos a Londres hace 3 años, esperanzados en obtener grandes resultados, estamos ahora enfocados para lo que será la prueba el año próximo.

Hablando de los JJ.OO. de Londres, ¿qué se sintió ser portador del pabellón nacional de Ecuador?

Fue una sensación increíble. Entrar al estadio olímpico ante la presencia de más 80.000 personas de todas partes del mundo, es algo que no tiene palabras para describirse. Ese sentimiento fue muy parecido a lo que sentí cuando me dijeron que iba a ser yo el que lleve la bandera de Ecuador en Londres. Esa noticia me llenó de enorme satisfacción.

En lo deportivo, ¿qué le pasó en Londres 2012? Millones de ecuatorianos se esperanzaron en que usted iba a coger medalla...

Eso fue algo que se habló mucho. Se comentaba de mí que había llegado lesionado a Londres y que competí sin opciones a nada. Pero la verdad es que llegué muy bien y sin dolencias físicas. Pero hubo 2 detalles significativos en aquellas Olimpiadas. En Londres tuve una carga emocional muy grande; tuve un estrés, porque yo sabía que andaba muy bien. Mi ansiedad me terminó jodiendo. Yo estaba para pelear entre los 5 mejores. Después de eso hablamos con Sebastián de que nos fuimos mucho tiempo antes (36 días) a entrenar a España y luego a Londres. Me mató la ansiedad de querer correr, estar en la regata y ganarles a todos. Pero en la última semana yo me empecé a caer. No aguanté y en esa última semana me comencé a derrumbar, porque sabía que se me venía la prueba. Pero caí a pocos días. Me lesioné el hombro, sentía dolores insoportables. Esa molestia fue lo que me reventó en lo psicológico. Y bueno, son cosas que uno va aprendiendo en esta carrera con la planificación y orientación con psicólogos y personal apto.

Sabía que era la carta fuerte de Ecuador para subir al podio...

Obvio que sí. La gente se ilusionó un montón conmigo por lo que hice en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, donde gané la presea de oro; además de la dorada en la Copa del Mundo en Moscú (Rusia) y el metal de plata en Duisburg (Alemania).

¿Lo que ha ganado con Ecuador lo hizo alguna vez con Argentina en su etapa como cadete?

De ninguna manera. Y eso que me retiré en mi mejor momento en mi país. Con Argentina sí podía ser campeón mundial, pero yo allá entrenaba y estaba en la selección porque amaba el canotaje, mas no porque estábamos bien en lo económico y anímico. Nos daban un sueldo mediocre y se nos atrasaban en pagarnos. Entonces uno entrenaba acorde a ese ánimo, acorde a tu sueldo y las promesas que nunca se cumplieron. Lamentablemente entrenaba a medias. Mi cabeza estaba pensando en una cosa, pero no estaba bien concentrado, cosa que acá es distinto porque me dedico, gracias al apoyo, al 100% al canotaje. Por eso es que acá lo tomo como un trabajo esto de remar, cosa que hasta cuando yo estuve no sucedía en Argentina. Aunque ahora que me escribo con amigos de allá, las cosas ya han cambiado.

¿Cómo fue el proceso para lograr su naturalización?

La agitación de mis trámites para ser ecuatoriano se dio gracias a los resultados que iba obteniendo a nivel internacional. Cuando sabíamos que podíamos clasificar a los JJ.OO., se le pidió al presidente Rafael Correa una carta de servicios relevantes al país. Esa fue la vía más rápida para obtener la nacionalidad. Recuerdo que en agosto de 2011, un día antes de mi viaje al Mundial de Szeged, en Hungría, me entregaron los documentos; así logré clasificar a los Juegos Olímpicos con Ecuador.

Haber pedido la ciudadanía ecuatoriana le trajo enemigos de su país natal, ¿cree que muchos de allá lo consideraban un traidor?

Enemigos tiene uno en todos lados, pero eso a mí no me importa. Lo bueno es que ellos (los que no estaban de acuerdo) eran pocos. Sí llegó a mis oídos: “¡Cómo va a llevar ese argentino traidor la bandera de Ecuador”!... pero también estaban los que me defendían, y que eran muchos más. La verdad es que a mí no me importaba que digan lo que digan, porque entrar al estadio de Londres con la bandera de Ecuador fue lo más lindo de mi vida.

De Cesare ha sido una persona sin temor a decir las cosas de frente, ¿toda la vida ha sido así?

A estas alturas de mi vida no tengo por qué mentir y creo que toda mi vida he tratado de ser claro. Cuando me fui de la selección de Argentina les escribí una carta agradeciendo su apoyo, pero también criticando su falta de seriedad con el deporte amateur.

¿Qué significa Ecuador para usted y su familia?

Es el país que nos dio la oportunidad de mejorar nuestras vidas, que nos dio trabajo. A mí particularmente me permitió volver a la élite del canotaje cuando estaba prácticamente eliminado. Nunca voy a olvidar y agradecer todo lo que me ha dado Ecuador. Cuando recién llegué pensé que regresaría pronto a Argentina, pero ahora me quiero quedar acá.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media