Serafín Pandi nació en la parroquia Chibuleo, en la provincia de Tungurahua. Está por cumplir 28 años, de los cuales 20 se los ha dedicado al fútbol.

Está casado con Verónica Chango, hija del gerente de la Cooperativa Mushuc Runa y presidente vitalicio del equipo de fútbol, Luis Alfonso Chango.

Sin descuidar su aspecto profesional, Pandi estudia Ingeniería en Administración de Empresas en la Universidad Indoamérica, mientras Verónica dirige una de las empresas de su padre, ‘Mushuc Auto’, y comparte junto a Serafín las aulas los fines de semana en la modalidad semi-presencial.

El fútbol es su pasión, no se considera un ícono entre los futbolistas indígenas, ya que quiere afianzarse en el equipo. “Es difícil para un indígena abrirse camino en esta profesión, pero no desaprovecharé las oportunidades que me brinde el técnico Vigevani", enfatizó.

Por su parentesco con el presidente vitalicio del club, Pandi es parte de la imagen corporativa de varias publicaciones institucionales, tanto en vallas como en revistas. Su imagen forma parte de la publicidad de la Cooperativa Mushuc Runa.

Es el segundo futbolista indígena que juega profesionalmente en el torneo nacional. Ya lo hizo el otavaleño Luis Isama, quien jugó en el Imbabura SC y también lo hizo el 2012 en Mushuc Runa.

Pandi vistió la camiseta número 21 del ‘Ponchito’ en julio del 2009, su debut fue auspicioso y contribuyó para que su equipo triunfara sobre el Imbabura. Se inició como marcador derecho, pero las exigencias del fútbol lo han hecho actuar como volante de contención.

Serafín es parte del gran proyecto que tiene Luis Alfonso Chango para que no se vea a los indígenas con pelota como ociosos o vagos. “Recuerdo que tenía que ocultar la pelota bajo el poncho para que no la vea mi mamá y poder ir a jugar", acotó Chango.

Pandi juega en la posición de marcador de punta, pero, sobre todo, su espíritu guerrero lo ha llevado a ser incluido en la nómina de jugadores titulares del Mushuc Runa en el torneo de la serie B.

Hábil con el balón y con un fuerte disparo contra el pórtico rival, es la revelación del elenco de Echaleche, comunidad donde también construye un complejo, a 3.200 metros sobre el nivel del mar.

“Nuestro objetivo es formar a indígenas como grandes deportistas profesionales. Hoy le ha tocado el primer turno a Serafín, luego de él vendrán extraordinarios nuevos futbolistas, atletas, nadadores y más”, aseguró Chango.

En la parroquia Chibuleo, Pandi es un jugador referente para las nuevas generaciones de chicos que crecen dentro de las filas del Mushuc Runa; su rostro aparece en la gigantesca valla publicitaria que anuncia la construcción del nuevo estadio del equipo en la comunidad de Echaleche.