José Francisco Cevallos tendrá la difícil tarea de reconstruir un barco que está bastante maltrecho: Barcelona Sporting Club. Son varios los desafíos que deberá enfrentar en su nuevo rol como presidente de la institución más importante que tiene nuestro país. Hacerse cargo de la situación económica del club y estructurar una plantilla competitiva para la próxima temporada son dos de los retos más complejos que tendrá el exarquero de la selección ecuatoriana.

La situación económica que vive el Ídolo del Ecuador es terrible. Son varios ya los meses que los jugadores no reciben el sueldo por el cual se los contrató. Es evidente que esta situación causa malestar en los futbolistas y es reflejado en su rendimiento. La mayoría de los jugadores lleva 3 meses sin cobrar y eso deberá ser corregido rápidamente por la directiva actual.

Otro tema tan importante como el previamente mencionado es cómo se estructurará el plantel para el próximo año. Lo ideal será crear una plantilla con jugadores de calidad para competir en el campeonato nacional y, si llega a clasificar, hacerlo también en la competencia internacional. Para eso deberá acertar en la elección del técnico con varios meses de anticipación, para que éste pueda tener tiempo para trabajar y así empezar a darle identidad a su equipo. Ya sea el mismo Guillermo Almada o el estratega que llegue en caso de que el uruguayo no siga.

La armonía dentro de un equipo de fútbol es vital. No solo entre los jugadores, sino entre los propios miembros del directivo. Si llega a existir paz dentro de las instalaciones del club, será mucho más sencillo limpiar la imagen de Barcelona; tanto a nivel nacional como internacional. Si la imagen de Barcelona es positiva, será mucho más confiable para un patrocinador promocionar su marca en el club más popular de este país; así el ídolo explotará su marca comercial y digitalmente.

Si la economía de la institución está saneada, y el plantel dentro de la cancha responde con buen juego y resultados, es muy probable que la familia vuelva al estadio, ya que habrá un clima positivo de seguridad y protección; situación trascendental para generar armonía institucional. Respecto al tema del estadio Monumental, la directiva entrante deberá decidir lo más rápido posible qué hacer con Moconsa. ¿Sigue o se va?

La tarea que tiene Cevallos y compañía no será sencilla ni mucho menos. Llegaron en un momento extremadamente delicado y asumieron el riesgo de poner en juego su condición de jugadores referentes en la historia del club. El cambio no será repentino, más bien progresivo, pero cada paso deberá ser dado con absoluta seguridad. Barcelona merece estar en buenas manos. (I)