Han transcurrido 4 décadas de sueños e ilusiones. El anhelo de la dirigencia y de los deportistas de Pichincha de contar con una piscina olímpica será realidad este 30 de diciembre.

En el barrio de Miraflores (centro-occidente de Quito), en donde funcionaba una alberca semiolímpica (25 metros), que en los últimos años había sufrido un visible deterioro por falta de buenas administraciones y mantenimiento, se ha construido una nueva pileta de 50 metros que cubrirá las necesidades de los ‘delfines’ capitalinos para realizar sus entrenamientos en un escenario apropiado para competencias oficiales.

La instalación de un nuevo caldero con la capacidad para temperar el agua de una piscina de las dimensiones anotadas, importado de los Estados Unidos a un costo de 150 mil dólares, subvencionados por el Ministerio del Deporte, y la dotación de un transformador de energía eléctrica exclusivo para el escenario, son las últimas gestiones emprendidas y que se instalarán en los próximos días, para cumplir con los requerimientos básicos del escenario.

Obras complementarias de infraestructura como la construcción de un gimnasio, un área para espectadores, sala de masajes, camerinos, áreas recreativas, parqueadero, entre otras; además de un muro de contención y cerramiento en la parte sur-occidental; cerramiento perimetral de malla, jardinería, puertas de acceso, con una inversión cercana a los 200 mil dólares de la misma cartera de Estado, han dejado lista la nueva edificación que es una de las necesidades en la infraestructura del deporte aficionado de Pichincha.

“Hasta el momento se ha cumplido con el 95% de la obra y nos falta un último escalón que es el transformador de luz eléctrica, porque el existente era de 45 kW que también abastecía al sector; ahora estamos en el trámite para que la piscina cuente con uno exclusivo de mayor voltaje (100 kW) y aspiramos a que en unos días sea instalado”, precisó Antonio Guevara, vicepresidente de Concentración Deportiva de Pichincha (CDP).

Una larga historia
Haciendo un recuento, fueron varios los intentos por llevar a efecto este proyecto, que se lo inició en la administración de Patricio Romero Barberis (+) y Sergio Sevilla, pero los trabajos iniciales realizados en el complejo deportivo de La Vicentina, quedaron inconclusos.

Transcurrieron varios años para que los directivos de turno volviesen a mostrar interés por continuar con el cometido, una vez que este se volvió sumamente complejo, por el aspecto económico. El último intento se emprendió en terrenos contiguos al parque La Carolina, con una planificación muy ambiciosa que incluía una residencia y cuyo costo aproximado era de 3,5 millones de dólares financiados con un préstamo al Banco del Estado, todo ello en el gobierno del expresidente Lucio Gutiérrez e incluso se realizó la ceremonia de colocación de la primera piedra, pero por distintas circunstancias no se pudo cristalizar el objetivo planificado.

Sin embargo, no hubo marcha atrás y el directorio de CDP, presidido por Aníbal Fuentes, analizó las factibilidades de retomar el tema con otra perspectiva. Entre las piletas que son propiedad de la matriz provincial, se resolvió que la piscina existente en Miraflores sería ampliada a 50 metros.

Manos a la obra
Fue así como hace 2 años, aproximadamente, se inició la construcción de la nueva piscina. Alrededor de 30 trabajadores bajo la dirección del ingeniero constructor Jaime Pérez, laboraron desde muy tempranas horas de la mañana junto a un residente y un profesional topógrafo, así como los responsables de la fiscalización de la obra en un diario recorrido.

El constructor del escenario precisó que aquella infraestructura existente debió ser removida y desechada, porque “hubiese sido mucho más fácil hacer una nueva piscina, pero ante las circunstancias recurrimos a técnicas modernas”.

El costo de la obra bordea los 800 mil dólares, aproximadamente, dinero que no estuvo en el presupuesto de la matriz provincial del deporte en sus diferentes administraciones y a la postre fue el mayor obstáculo para lograr el objetivo.

Solo 6 carriles
La alberca como tal tiene una extensión de 50 metros, 1,40 metros de profundidad y la amplitud es para 6 carriles. La edificación consta de 2 plantas para camerinos para hombres y mujeres, sala de masajes, hidromasaje, sauna, gimnasio, baterías sanitarias, oficinas administrativas, boleterías y graderíos laterales para los espectadores, así como un área para estacionamiento. No se cuenta con fosa de saltos.

La prueba de llenado es el termómetro para constatar las bondades de la infraestructura. Desde hace varios días la pileta se encuentra llena y es sometida a una serie de comprobaciones, incluyendo las máquinas de recirculación y calentamiento del agua a cargo del departamento técnico de CDP.

La fiscalización y administración de la obra están a cargo de los ingenieros Mario Heredia y Jaime Morales, respectivamente, funcionarios de la institución. Su ámbito de acción se ha limitado a la planificación y control del cronograma, para que las especificaciones técnicas, parte integrante del contrato de obra civil en cuanto al control de materiales y construcción, sean de óptima calidad.

El financiamiento se pudo conseguir con el apoyo de entidades públicas como el Consejo Provincial de Pichincha, que dispuso una ayuda de 154 mil dólares, y el Municipio de Quito, que aportó con 70 mil dólares. En tanto el equipamiento, que ha bordeado los 200 mil dólares, ha sido solventado con recursos propios de CDP.

El tema de la infraestructura deportiva no ha sido precisamente una de las prioridades de la actual dirigencia del deporte de Pichincha, porque la provincia cuenta con una de las más completas del país.

“La prioridad han sido nuestros deportistas, porque hemos considerado que la capital y provincia disponen de una buena infraestructura deportiva; pero el tema de la piscina olímpica siempre ha sido una de las preocupaciones de quienes hemos estado al frente de la institución”, dijo Aníbal Fuentes, titular de la matriz provincial.

El directivo se mostró muy entusiasmado porque “quizás la suerte me ha correspondido a mí para llevar adelante esta obra que puede ser la que nos faltaba para una mejor preparación de nuestros deportistas y en especial de los nadadores”, expresó el dirigente.

Fuentes, médico de 59 años, destacó el hecho de que la natación de Pichincha ha escalado a sitiales estelares sin disponer de una piscina olímpica para sus entrenamientos, que los ha realizado en piletas de 25 metros. “Eso es muy importante, porque ahí hemos visto la calidad de nuestros deportistas, pero con la piscina olímpica estoy seguro de que lograremos estupendos resultados”, anotó.

El remodelado escenario que ha sido homologado por la Federación Ecuatoriana de natación para eventos provinciales y nacionales, mas no internacionales, una vez que la Federación Internacional de Natación exige piscinas de ocho carriles, será abierto a los deportistas a fines del presente año.

Se espera llevar a efecto un torneo invitación con los mejores nadadores del país, en coordinación con los dirigentes de la Asociación de Natación de Pichincha.