Las puertas del Parque Ecológico Los Samanes se abren exactamente a las 09:00. Pese a que las instalaciones están listas, aún no pueden ser utilizadas.

La lluvia no paraba en Guayaquil la mañana del pasado 29 de enero. El olor a vegetación se imponía al que emana de una fábrica de café cercana a la avenida Francisco de Orellana (norte de la ciudad). Pese a eso, un centenar de niños y jóvenes del colegio Otto Arosemena esperaban ingresar al área, que contiene 57 canchas deportivas.

Estaban emocionados. En ellos se advertía una sensación similar a la que todos sentimos en nuestra etapa escolar cuando un profesor entraba al aula y anunciaba que no habría clases debido a alguna actividad extracurricular pendiente.

El complejo deportivo Samanes inauguró esta semana su primera etapa, que consta de 2 campos de tenis, 2 de handball, 16 de fútbol con césped sintético para niños, 4 de básquet, 10 multifuncionales, 5 de voleibol y 18 de fútbol sintético para 7 personas.

Eran las 09:10 y ya había más de cuatrocientos chicos esparcidos por el parque. La mayoría optó por el balompié, otros se distribuyeron entre el handball y el baloncesto. La inauguración oficial por parte del presidente de la República, Lenín Moreno, estaba prevista para las 10:00, pero los estudiantes no esperaron el acto oficial para empezar a correr por el lugar.

“El profesor nos trajo temprano, así que aprovechamos para inaugurar el parque antes que el Presidente”, comentó entre risas Víctor Morán, alumno de una institución educativa que está ubicada en la calle 29 y OConnor, suburbio de Guayaquil.

Para el docente Gotardo Domínguez, que imparte la materia Cultura Física, la invitación de la Empresa Pública de Parques Naturales y Espacios Públicos (EPPN) le permitió “matar dos pájaros de un tiro”.

“Tenía que tomarles examen a los chicos; así que en vez de hacerlos trotar por media hora en el patio del colegio, optamos por traerlos acá para que sientan el ambiente deportivo con un espacio dedicado específicamente para eso”, señaló el maestro, quien se sintió satisfecho por el comportamiento de sus alumnos durante el evento.

Otro de los chicos de esa unidad educativa fiscal, Stalyn Lozano, optó por jugar baloncesto. “Me gusta el fútbol, pero la verdad es que no había espacio para jugarlo con los amigos; los más viciosos se adueñan de la pelota”, expresó Stalyn, quien desde hace mucho tiempo no jugaba básquet con sus compañeros.

“Tal vez y al final me dedique de lleno al baloncesto”, comentó Lozano, quien al igual que su amigo Yasser Lindao es hincha del Barcelona. Por eso, luego de sudar un poco, fueron a la cancha de fútbol sintética para ver jugar y tomarse fotos con varias ex glorias de ese club y del Emelec.