Las canchas de arcilla del Centro Deportivo Metropolitano de Quito, ubicadas en el sector de La Carolina, en el centro norte de la capital, son escenario del I Torneo Profesional de Tenis sobre sillas de ruedas, cuya fase preliminar se inició ayer con la participación de 35 tenistas (8 damas y 17 varones) en singles y dobles.

Representantes de Colombia, Argentina, Perú y Ecuador, con destacadas figuras en sus filas, muestran sus habilidades a pesar de sus limitaciones físicas.

Los primeros cotejos de singles masculino registraron sendas victorias ecuatorianas. Edmundo Merizalde, seleccionado nacional en los últimos certámenes mundialistas, dio cuenta de su compatriota Bladimir Alulema por un doble 6/0.

En otro de los encuentros, Esteban Ortiz logró el primer triunfo internacional para Ecuador, al doblegar en intenso y disputado partido al peruano Ysabelino Apaza por 2-1, con parciales de 6/1, 2/6 y 6/3.

El colombiano Eliécer Oquendo, ubicado en el puesto 48 en el ranking de la ITF, es quizás el más destacado de los competidores extranjeros, sin restar méritos al argentino Mario García (83) y al peruano Augusto Álvarez (92).

El tenis paralímpico ecuatoriano tiene a sus seleccionados mundialistas: Edmundo Merizale, Patricio Ayala, Paúl Barrios y Efraín Cabrera como sus mejores cartas de presentación y serios opcionados para arribar a las instancias finales, además de un nuevo grupo de compatriotas que, al igual que los demás participantes, aspiran a sumar 55 puntos para el ranking.

En damas, la argentina Andrea Medrano (39), la ecuatoriana Carolina Lasso (124) y la colombiana Johanna Sossa (95) son serias aspirantes a lograr el título.

La primera raqueta femenina ecuatoriana -Lasso- estuvo muy temprano en las canchas. No escondió su emoción al recibir una flor por parte de los organizadores al celebrar con mucha alegría el Día Internacional de la Mujer.

“Este agradecimiento es producto del esfuerzo y la dedicación que una le pone a todo lo que hace, como mujer, madre trabajadora y ahora deportista”, dijo la quiteña de 36 años, madre de Andrés y Ana Carolina (11 y 9 años), quien practica el deporte desde la época escolar.

Un accidente de tránsito al cumplir 18 años la ató a una silla de ruedas; sin embargo, continuó ligada al deporte en la práctica del básquet y desde hace cinco años está en el tenis, repartiendo su tiempo como funcionaria de Repsol, además del canto, grabaciones y los entrenamientos.

“Espero ganar, pero es muy duro, a este torneo vinieron la argentina y la colombiana, que son muy buenas en este deporte, pero habrá que dejarlo todo en la cancha, como siempre lo he hecho”. (FMR)