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Recovecos
La laguna Buza guarda en sus aguas una leyenda
Ubicada a 55 km al suroeste de Cuenca, en la vía a Machala, cantón San Fernando, y con una extensión aproximada de 12 hectáreas, la laguna Buza es admirada por propios y extraños por su belleza natural.
Se encuentra custodiada por el Cerro San Pablo. Sus playas la frecuentan trotamundos amantes del camping, además, a la zona llegan quienes gustan de la pesca deportiva y las caminatas. Ahí se puede pescar la trucha arcoíris, la carpa y el carpín.
Su clima es templado, se encuentra ubicada a 2.655 m s. n. m. y su temperatura oscila los 15 °C. El invierno inicia en diciembre y se extiende hasta abril y el verano que se prolonga hasta diciembre.
Existe una leyenda sobre la creación de esta laguna. Se cree que antiguamente, donde se encuentra el agua, había una hacienda muy próspera donde vivían personas ricas con varios trabajadores a su servicio. Un día, durante una fiesta en la que abundó el licor y la comida, llegó un mendigo pidiendo caridad. El dueño del lugar ordenó a sus empleadas que lo sacar de la hacienda. Una de ella le pidió que se fuera pero antes le obsequió la comida de los perros. Aquel anciano sacó un bote de agua, bebió un poco y derramó el agua por el lugar creando la laguna, nadie se salvó, excepto la empleada que se compadeció de él.
La laguna de Buza está ubicada a 5 minutos de la cabecera cantonal de San Fernando, cuya población no supera los 5 mil habitantes. Uno de sus atractivos es la Iglesia Matriz. Esta conserva un estilo colonial, sus puertas están talladas, el altar se construyó con mármol y cuenta con varias imágenes y cuadros que datan de 1830, una de ellas es la imagen del patrono del lugar San Fernando.