Clarice Lispector, más allá del lenguaje

“Lo indecible me será dado solamente a través del lenguaje”, escribió alguna vez la brasileña Clarice Lispector (Chechelnik, 10 de diciembre de 1920 - Río de Janeiro, 9 de diciembre de 1977-), revelando su intensa relación de amor y odio con las palabras, su lucha incansable por transgredir los límites de la escritura, así como el desafío de traducir el mapa de su propia mente; algo que, afortunadamente, su vasta y sólida obra la avala.

Clarice Lispector —dueña de un físico exuberante, una mirada enigmática y una escritura potente— supo, con más de 70 relatos, 9 novelas y un sinnúmero de cuentos infantiles, artículos y adaptaciones, inscribir  su nombre en lo más destacado de la literatura brasileña del siglo XX.

Vida y obra de una transgresora

Hija de judíos rusos, Clarice Lispector nació en Ucrania, en 1925, pero a sus 2 meses de edad sus padres  emigraron a Brasil. Poco tiempo después la familia se trasladó a Recife y, a partir de 1937, la pequeña siguió estudiando en Río de Janeiro. En 1943, durante sus estudios de derecho, se casó con el diplomático Maury Gurgel Valente, tuvo dos hijos y se separó en 1959. Ese mismo año regresó a Río, donde volvió a la actividad periodística, escribiendo artículos en diferentes medios, a fin de conseguir dinero para independizarse. Un año después, Lispector publicó su primer libro de cuentos Lazos de familia; y al año siguiente La manzana en la oscuridad.

Los motivos más recurrentes de su obra fueron la mirada (visionaria e implacable), la consagración del instante y la importancia de lo aparentemente banal. Pero fue en 1963 que Lispector publicó la que es considerada su obra maestra: La pasión según G.H., escrita en tan solo algunos meses y en la que el flujo de conciencia podría, en ocasiones, ser un perfecto tratado de psicología.

Torbellinos en los últimos años

Una madrugada de 1966, la escritora se durmió con un cigarrillo prendido, provocando un incendio que destruyó completamente su dormitorio. Con quemaduras en gran parte del cuerpo, pasó algunos meses en el hospital. Su mano derecha, muy afectada, casi tuvo que ser amputada por los médicos y jamás recuperó la movilidad de antes. El incidente repercutió profundamente en su estado de ánimo, y las cicatrices y marcas en el cuerpo le causaron frecuentes depresiones, a pesar del cuidado de sus amigos.

A inicios de la década del 70 la escritora publicó varios libros infantiles y algunas traducciones; obtuvo un gran reconocimiento e impartió charlas y conferencias en distintas universidades de Brasil.

Clarice Lispector murió en Río de Janeiro, el 9 de diciembre de 1977, a los 56 años, víctima de un cáncer de ovario, algunos meses después de publicarse su última novela La hora de la estrella.