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Entrevista / Pablo Corral vega / Secretario de Cultura del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito

“Yo no soy un político, soy un artista que quiere servir a su ciudad”

Foto: Mauro Martella / CDF
Foto: Mauro Martella / CDF
09 de mayo de 2015 - 00:00 - Redacción Cultura

La Secretaría de Cultura de Quito ha sido víctima de las transiciones, los cálculos y una administración previa cuyos resultados apenas se acercaron a un Plan de Cultura.

Luego de plantear una serie de consultorías con gestores culturales, el fotógrafo y abogado Pablo Corral viajó, la semana pasada, a México como director del POY Latam —el concurso de fotografía más grande de Iberoamérica— y, mientras concluía una reunión con su homólogo del Distrito Federal, Eduardo Vázquez Martín, para “realizar un festival musical conjunto”, responde a las preguntas de este diario, planteadas hace un par de meses, sobre las proyecciones de su administración, la cual cumplió su primer trimestre el pasado 2 de mayo.

Al inicio de su gestión se previeron 2 semanas de planificación que se utilizarían para el conocimiento de las condiciones del cargo, ¿por qué se alargó ese plazo?

Uno de los retos más importantes dentro de la Secretaría es la institucionalización de los procesos. Desafortunadamente, cuando se cambia de alcalde o de secretario, muchos de los programas desaparecen y los equipos encargados de tal o cual tema, que son contratados con partidas temporales de honorarios profesionales, no permanecen dentro de la Secretaría; eso hace que los procesos se vuelvan largos y complejos.

¿Qué se analizó en las reuniones que usted ha mantenido con 38 gestores culturales de la capital?

El contacto más sistemático con los gestores del Distrito ocurrió a partir de una sesión de Concejo Municipal en la que se presentaron varios grupos representativos de la ciudad para pedir inclusión en las políticas culturales. Tuvimos un acercamiento inmediato con estos gestores y se decidió, dada la imposibilidad de trabajar con grupos muy grandes, que ellos elijan un comité consultivo de 7 personas. La idea de los comités consultivos se ha replicado en otras áreas y ahora tenemos un comité consultivo de teatro con las 3 asociaciones más importantes de la ciudad (la Asociación de Artistas Escénicos del Ecuador, Asoescena; la Asociación Nacional de Artes Escénicas; y, la Red de Espacios Independientes) y un comité consultivo de fotografía, con la más grande asociación de fotógrafos ecuatorianos y varios colectivos.

Del mismo modo, nos hemos reunido con varios gestores musicales del sur, incluidos Diabluma, Al Sur del Cielo y Factory. Pensamos que la institucionalización de estos comités consultivos, cuya función es asesorar y guiar la gestión cultural, podría ser interesante para orientar la política cultural.

Justamente, el actual director de Creatividad, Memoria y Patrimonio, Stalin Lucero —quien fue parte de la dirección de producción de la Fundación Teatro Nacional Sucre— se reunió con el colectivo Al Sur del Cielo hace casi un mes en su representación porque usted se encontraba en una reunión con el Alcalde. ¿Qué espacio tendrán las culturas urbanas en la Secretaría de Cultura?, ¿auspiciará los eventos de la Semana del Rock y La Concha Acústica de la Villaflora?

Me he reunido con varios colectivos rockeros del sur de Quito, incluido Al Sur del Cielo. Les he dado mi compromiso de continuar con la programación en la Concha Acústica de la Villaflora y de dar apoyo a la Semana del Rock.

Mariana Andrade explicó que su salida de lo que ella llamó ‘Secu’ se debió a la negativa del alcalde Mauricio Rodas entorno a una reasignación presupuestaria (las fundaciones Museos de la Ciudad y Teatro Nacional Sucre reciben el 50% del monto que el Cabildo invierte en lo artístico), ¿usted cuestionará esa repartición?

La posición que tenemos es que no se debilite lo que funciona correctamente. El reconocimiento en temas de cultura a la gestión del exalcalde [Augusto] Barrera se debió, en gran parte, a la estupenda labor de la maestra Chía Patiño, quien ha permanecido como directora de la Fundación Teatro Nacional Sucre. A mi parecer, el reto es ampliar el presupuesto de cultura y promover la autogestión, pero no en desmedro de las fundaciones municipales que han sido esenciales para la vida cultural de la ciudad. El nombre oficial siempre ha sido Secretaría de Cultura. Yo prefiero no usar siglas.

¿Cuál es la situación actual de los Fondos Secu ya asignados y sus proyecciones para este año?

Ya se han solucionado prácticamente todos los reclamos hechos por gestores y artistas respecto al año 2014. Los fondos concursables se van a reeditar este año, con ligeras variantes. Queremos asegurarnos antes de abrir un nuevo concurso que la entrega de fondos sea más expedita.


El cineasta Miguel Alvear —quien se desempeñó como director de Creatividad, Memoria y Patrimonio hasta enero pasado— habló de “eventos de tarima” que se le exigieron a la anterior Secretaría. ¿Usted ha recibido propuestas de realización de eventos que pudieran generar réditos proselitistas?

Son múltiples los pedidos de gestores culturales, de barrios, de políticos, de concejales de todas las tendencias. Nosotros prácticamente no estamos atendiendo estos pedidos hasta implementar un sistema transparente e incluyente. Estamos estudiando maneras alternativas de contratación de los artistas mediante ferias inclusivas, con la intención de que los dineros no vayan a los productores sino directamente a los artistas, y que en lugar de hacer eventos aislados podamos hacer programaciones sostenidas en el tiempo.

¿En su administración serán prioridad los festejos de Fundación española de la ciudad?

La Secretaría tiene 2 grandes proyectos, Verano de las Artes y Fiestas de Quito. A mi parecer estos 2 grandes eventos deberían estar a cargo de equipos de producción municipales, permanentes e institucionalizados. En una época ya existió, en el Municipio, una oficina de fiestas y celebraciones. La Secretaría debería dedicarse a la creación de políticas públicas culturales, no a la organización de eventos. Esto a mediano plazo. En el corto plazo necesitamos promover un diálogo ciudadano para crear una visión más integral de las Fiestas de Quito.

Las ‘ferias inclusivas’ son la propuesta central de Pablo Corral. La Secretaría de Cultura contrataría a varios gestores y artistas.

¿De qué forma tendrá continuidad el proyecto Verano de las Artes (VAQ) durante este año?

Verano de las Artes expresa una visión más abierta, más amplia de lo que fue Agosto Mes de las Artes. Su nombre se ha posicionado y consideramos que no tiene sentido cambiarlo nuevamente. En este año pensamos tener una gran presencia en territorio, pero los fines de semana concentraremos la actividad en una Villa de las Artes en el Itchimbía, un espacio incluyente donde podremos disfrutar de muchas manifestaciones artísticas simultáneas.

Se ha dicho que la administración cultural en la ciudad es elitista, ¿hará su Secretaría una distinción entre cultura popular y académica? ¿Qué actividades se destinarán la cultura popular y qué rubros recibirán por parte de su gestión?

Yo pienso que nuestra misión es enriquecer el tiempo de ocio de la gente. En este contexto, la distinción entre cultura popular y académica se vuelve irrelevante, no hay ocio de primera y ocio de segunda. La tendencia en la construcción de políticas culturales a nivel mundial es a tomar la inclusión como la primera meta. Tenemos que alejarnos del concepto de que solo las bellas artes son cultura. Las puertas de los museos y teatros tienen que abrirse de par en par. Nuestra misión es establecer diálogos entre lo urbano, lo rural y lo popular. Parte importante de nuestro presupuesto (luego de la reforma de junio), estará destinado a la ocupación del espacio público con música, exposiciones, teatro, etc., y a la construcción de una programación cultural en el territorio y los CDC (Centros de Desarrollo Comunitario).

¿Qué va a ocurrir con el Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño, ahora cerrado?

Ya estamos cerca de concluir el proceso para la reapertura de la Fundación Muñoz Mariño. Antes se le trataba a ese organismo como a una fundación privada y cada año había que renovar de manera muy engorrosa el convenio de cooperación. Lo que hemos hecho es definirla como una fundación municipal para que sea más sencillo continuar apoyándola. La casa es del Municipio, los fondos son municipales, lo único que faltaba es que en la administración de la Fundación esté representado el Municipio. Les hemos reiterado el apoyo total del señor Alcalde.

“La Secretaría debería dedicarse a la creación de políticas públicas culturales, no a la organización de eventos. Esto a mediano plazo. En el corto plazo necesitamos promover un diálogo ciudadano para crear una visión más integral de las Fiestas de Quito”, Pablo Corral.

 

El restaurado Teatro Capitol no tuvo presupuesto asignado en 2014 ni en este año, ¿qué parte del presupuesto se invertirá este año en su programación?, ¿cuándo iniciarán las funciones?, ¿ya hay un espacio para su parqueadero?

El Teatro Capitol aún no ha sido entregado oficialmente al IMP (Instituto Metropolitano de Patrimonio) por parte del constructor. En la reforma de nuestro POA vamos a incluir un rubro para la activación del Teatro Capitol, para el segundo semestre de 2015 [el predio pasaría a manos de la Dirección de Bienes Municipales a la Secretaría de Cultura, luego de una solicitud de Lucero al IMP].

Desafortunadamente, en el proyecto realizado por el alcalde Barrera no se incluyó el parqueadero así que seremos creativos en los horarios para facilitar su uso. Nos parece esencial activar el este teatro como un espacio alternativo e inclusivo gestionado directamente por la Secretaría de Cultura.

El bus de la Banda Municipal está en malas condiciones y los músicos que están al frente de la agrupación (Óscar Aymacaña es el director encargado) trabajan sin nombramiento luego de que la ex-Secretaria le pidiera y aceptara la renuncia del maestro Wilson Haro, ¿seguirá trabajando en esas condiciones la banda insigne de la música popular quiteña, qué cambios habrá allí durante su administración?

La banda municipal es uno de los elencos más respetados y queridos de la ciudad. Nuestro director de Creatividad, Memoria y Patrimonio tiene enorme experiencia en el manejo de elencos musicales. Yo le he encargado expresamente que resolvamos los problemas de la banda, que hagamos un concurso para director permanente, que pongamos en orden la agrupación. Pronto podremos anunciar algunos cambios importantes.

¿Considera usted que la Secretaría es un organismo que compite o coopera con el Ministerio de Cultura?. ¿Habrá labores en coordinación con otros organismos de la administración pública?

El Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de la ciudad capital se complementan y necesitan. Ya acordamos con el exministro [Francisco] Borja establecer varios canales de cooperación. Ojalá estos acuerdos iniciales se puedan mantener con el ministro [Guillaume] Long.

Estamos en conversaciones con el CNCine para implementar una serie de programas conjuntos. Yo no soy un político, soy un artista que quiere servir a su ciudad.

En estos días, Corral asistirá, como ponente, al Festival Internacional de las Luces de México y se reunirá con Francois Zurawik, el director de la Fiesta de la Luz de Lyon, en Francia.

Durante el primer trimestre de su gestión, ha salido del país a cumplir con “2 compromisos anteriores a asumir la Secretaría”. En marzo, viajó a la Universidad de Western Kentucky para presentar una ponencia y reunirse con el presidente de la Universidad.

Sobre las artes gráficas en particular afirmó: “No voy a dar a la fotografía más importancia que a otras artes, pero conozco el poder que tiene. Uno de los ejes de nuestra gestión es la ocupación del espacio público. Con fotografía se pueden hacer intervenciones potentes con costos razonables. Vamos a hacer una versión remozada de la Fotografía a Cielo Abierto (Faca), con estructuras mucho más grandes y atrevidas. Un primer ejemplo de ello es la exposición del Bulevar de las NN.UU. que se cambiará cada 2 meses. Estamos armando una Fiesta de la Imagen para noviembre, para la que muchísimos fotógrafos ecuatorianos y unos pocos extranjeros fotografiarán Quito. Estas imágenes las empezaremos a ver pronto en nuestras plazas y bulevares en estructuras novedosas. Queremos que la gente de la ciudad se vea reflejada en estas imágenes, y queremos provocar reflexiones sobre temas ciudadanos como la inclusión, la conservación, la violencia en contra de la mujer, la diversidad. La fotografía no solo como arte sino también como instrumento de cambio social”.

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