El ruido de los vehículos atormenta a los transeúntes. El sol inclemente hace arder el asfalto. Los comerciantes vocean sus productos a todo pulmón. En la Bahía de Guayaquil, ahí en donde se encuentra de todo; existe un segmento nuevo en donde las mujeres acuden a darle un retoque a su natural belleza.

Se trata de los puestos ambulantes en donde se colocan pestañas postizas, se arreglan las uñas y se corta y se alisa el cabello. El negocio en sí no requiere de mayor inversión ni artilugios.

Un banco y una cajita repleta de esmaltes, pestañas, un secador de cabello y una tenaza para planchar son más que suficientes para emprender.

Las propietarias de estos gabinetes ambulantes se ubican sobre la calle Chile, desde Ayacucho hasta Capitán Nájera.

Nathalia López, es una de ellas. La mujer, oriunda del cantón Rocafuerte de la provincia de Manabí, se instaló desde diciembre pasado en una de las veredas. Ahí se dedica a ofertar pestañas postizas por $ 2. Cuenta que cuando el negocio no anda bien las deja hasta en $1.

Una de sus clientas es Alexandra Perlaza, quien habita en el Fortín. La mujer de 19 años acude los sábados en busca de un  “retoque”. “Estos lugares ofrecen un buen servicio a excelente precio. Yo no gasto más de $ 6 en alisarme el cabello, pintarme las uñas de los pies y las manos y cambiarme las pestañas. Todo ese trabajo en un gabinete de clase media sobrepasaría los $ 25”.

Pero Perlaza reconoce que hacer todo ese proceso en la calle es muy incómodo; porque los peatones siempre pasan observando lo que le están haciendo.

Yolanda Soledispa quien tiene un local en donde vende blusas y pantalones; dice que la tendencia de locales en las veredas tiene cerca de un año. “Los sábados se ven a mujeres que llegan en mayor número. Creo que en cuatro cuadras existen cerca de 12 personas que ofrecen este servicio. He visto como algunas solo preguntan y por vergüenza no se quedan. Pero la mayoría opta por lo barato. (I)