Quito jamás había tenido un Alcalde con grillete, hecho vergonzoso por el cual será recordado Jorge Yunda. Pero más allá de la presunción de inocencia, es evidente que la ciudad está a la deriva entre la ineptitud y corrupción.
Indignados frente al cinismo, conformamos un frente de profesionales e interpusimos una acción de remoción contra el Alcalde, por incurrir en las causales del Art. 333 del COOTAD, la misma que se encuentra en trámite pues es un derecho de los ciudadanos retirar del cargo a aquella autoridad que mal utiliza los recursos de la ciudad.
Pero llama la atención que el Alcalde no se defienda. Durante la etapa de prueba, Yunda optó por anexar la sentencia de la Corte IDH en el caso “Petro contra Colombia”.
En este caso, la Corte IDH concluyó que el Estado colombiano violentó los derechos políticos de Gustavo Petro en su condición de Alcalde de Bogotá. En la parte medular de la sentencia, se manifiesta que el abuso ocurrió cuando un ente administrativo lo destituyó e inhabilitó por 15 años. Para la Corte IDH, este ente atropelló los derechos de Petro, lo cual abriría las puertas a una contrademanda al Estado colombiano.
¿Y qué tiene que ver el caso Petro con la remoción de Yunda? Absolutamente nada. El proceso de remoción cumple los estándares internacionales, nace de los electores quienes adjuntan el pliego de cargos, siendo el Concejo Metropolitano el que decide la remoción, es decir, concejales que ejercen la representación legal y legítima de sus electores. En síntesis, es un proceso que garantiza el derecho a la participación, a la defesa y al debido proceso.
¿Qué busca Yunda haciendo referencia al caso Petro? Únicamente amedrentar a los concejales que votarán por su remoción. Estrategia cobarde e indigna que lo muestra de cuerpo entero. Al parecer la única posibilidad de seguir en el cargo es intimidando.
Señor Yunda: los quiteños no somos tontos, su estrategia corrobora que perdió los argumentos, la decencia y la vergüenza.
