A dos semanas de iniciada oficialmente la campaña electoral, pero más de dos meses de una intensa pre campaña en redes sociales y entrevistas en medios de comunicación, la política ecuatoriana se ve atestada de mensajes viralizados con asuntos que aturden, pues llevamos más de dos décadas del siglo XXI y el pensamiento retrógrado permanece, pese al alto flujo de información en internet que ha ayudado a superar muchos prejuicios.
Los discursos homofóbicos en campañas electorales permanecen, así como actitudes machistas en políticos y organizaciones que avalan esto. En Riobamba, una candidata a asambleísta proponía a su organización incluir en la lista a un candidato de las poblaciones LGBTI y enseguida recibió una retahíla de ataques cargados de ideas cavernarias y falsos moralismos.
Esta semana, a través de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y de la Fundación Ecuatoriana Equidad, se presentó la campaña Libres e Iguales – Voto Informado LGBTI 2021; ambas iniciativas llevan ya varios años con diferentes matices. Libres e Iguales impulsado desde 2013 por la ONU para sensibilizar y promover el respeto a los derechos humanos de las diversidades sexuales.
Mientras que Voto Informado LGBTI, impulsa el sufragio consciente de electores de estas poblaciones y sus allegados, para informarse de propuestas y candidatos que no violenten sus derechos a futuro.
Pero no se trata de condicionamiento de votos o de orientar a los electores a votar solo por políticos pro derechos, sino a reeducar a la política, para que deje de ser el nido de los prejuicios que alimentan y reproducen sociedades discriminadoras y violentas. Y en esto no se involucra lo ideológico, sino el enfoque de derechos e igualdad de oportunidades.
Porque para construir una democracia diversa y participativa, la inclusión LGBTI es transversal e interseccional en su complejidad: jóvenes, adultos mayores, ricos, pobres, mujeres, negros, indígenas, empresarios, estudiantes, profesionales, comunistas, liberales y hasta ultra conservadores o ateos. Es hora de cambiar señores(as) políticos(as), no hay vuelta atrás.
