Durante la época seca (verano). La presencia de una canoa amarrada a uno de los postes de mangle que sostienen las viviendas de caña guadua resulta extraña como medio de transporte. Inútil en las extensas planicies ligeramente onduladas de la cuenca del Guayas.
Con la temporada de las lluvias (invierno) el paisaje es diferente: los ríos crecen la llanura se inunda y la canoa se vuelve indispensable para movilizarse. En esta temporada, aprovechando las lluvias estacionales, los campesinos siembran el arroz. Cuando las lluvias son normales, obtendrán la cosecha que esperan y la pierden, cuando por excesivas causan las inundaciones. Igual suceda cuando son escasas y los cultivos se pierden por sequía.
Esta incertidumbre provocada por las lluvias condiciona negativamente el desarrollo de las 45.595 unidades de producción agrícola (UPA) que cubren aproximadamente 120.000 ha del pequeño productor arrocero (33% de la superficie total).
Si se corrige la incertidumbre la potencialidad de los recursos naturales (agua y suelos) con los que cuenta la zona son ampliamente favorables para el desarrollo agrícola. Las técnicas para lograrlo son conocidas por los neerlandeses desde el siglo XII (manejo de pólder) y aplicables en los trópicos. Consiste en rodear el área aprovechable mediante diques de protección contra las inundaciones, construcción de drenaje y estaciones de bombeo para expulsar los excesos de lluvia y presas de derivación y canales de riego para el control de las sequías.
Considerando el problema de la zona como técnico, se construyó un proyecto modelo de riego y control de inundaciones financiado mediante un crédito internacional para el desarrollo.
El programa para la construcción física del sistema de riego y control de inundaciones se cumplió en tiempos razonables dentro del plazo establecido, así como también lo fueron las obras de apoyo a la producción: silos de almacenamiento, instalación de piladora, procesadora para semilla. Centro de mecanización agrícola y adquisición de equipos completos de maquinaria agrícola. No obstante el apoyo técnico recibido, los resultados obtenidos no cubrieron los costes de operación y mantenimiento del proyecto, y menos aún las inversiones de la construcción, demostrando así que el desarrollo para resolverlo no solamente requería soluciones técnicas. Eran necesarias políticas de administración, capacitación y participación de los usuarios para resolver la difícil ecuación del desarrollo.
Como recordarán (1), encontrar esta solución fue el motivo de la convocatoria de Hassan II Rey de Marruecos a su antiguo maestro de matemáticas Ben Barka, líder mundial combatiente por la descolonización de África.
Ben Barka decidió atender la convocatoria del rey para lo cual viaja a París (29 octubre 65) para al día siguiente seguir a Rabat. En París, en el sector más populoso de Saint Germain des Press, al mediodía, es secuestrado por un par de policías en contubernio con la mafia y la derecha feudal marroquí. Ben Barka es desaparecido, lo cual se convirtió en uno de los más sórdidos episodios de la Policía francesa.
