Como estaba previsto, el 30 de Octubre pasado, convocado por la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, filial del Guayas, se llevó a cabo el desvelizamiento del busto del comandante Ernesto “Che” Guevara. Tal monumento tuvo su origen, ya lo hemos expresado, en la resolución unánime del Concejo Cantonal de Guayaquil del 21 de diciembre de 2006, debiendo levantarlo en el sitio denominado La Planchada, cerca de donde vivió, en su tránsito hacia el norte. Mas, el 16 de julio de 2009, el mismo Concejo Cantonal aprobó por mayoría una nueva ubicación: en la calle Jacinto Morán de Buitrón, un modesto lugar más arriba. En la anterior, se levantará el monumento al ex presidente León Febres-Cordero.
Durante la ceremonia se recordaron vivencias de su estancia en Guayaquil y de su viaje a Guatemala, México, Cuba. Luego en el poder, al África, Asia, Bolivia, donde fue asesinado. Así mismo, se destacó el momento histórico que vive nuestro país coincidente con el evento. En el que su pueblo libra la batalla por disminuir la pobreza y defender la soberanía nacional. Principios patrióticos por los que combatió el “Che” y fue asesinado. También se habló de que sin la ética revolucionaria no hay cambio. Y la ética del “Che” fue ejemplar.
El embajador de Cuba en nuestro país, Lcdo. Jorge Rodríguez Hernández, inauguró oficialmente el monumento, recordando que hace 59 años Ernesto Guevara caminaba por la calle de Las Peñas, sin imaginarse que iba a ser objeto de un homenaje como ese. Por lo que ahora está más presente que nunca. Un maravilloso espectáculo constituyó la Orquesta de Cámara Violín Ensambles, dirigida por el joven maestro Ecuador Pillajo. Nos deleitó con música clásica y revolucionaria.
En fin, el acto cívico-cultural, que eterniza en un monumento el paso del comandante “Che” Guevara por nuestra ciudad en octubre de 1953. Así como su extraordinario aporte a la lucha por la liberación de los pueblos de América y del mundo, resultó combativo y muy hermoso.
Sin embargo, se hace necesario comentar algo inesperado: Un grupo de desclasados, apostados al frente, con altoparlantes, formaron una algarabía, cuyo objetivo era boicotear nuestro evento. Como no se les prestó atención, se retiraron pacíficamente.
Quizá por eso, un hombre sencillo del pueblo, al pasar frente al monumento recientemente inaugurado, comentó: “Fue un acto muy educado”. Aquello demuestra que somos una organización respetuosa del derecho de los pueblos a erigir monumentos a sus héroes, líderes o a quienes quieran.
De ahí, que el “Che” de América. El universal. Concebido en un busto para perennizarlo, regresa a Guayaquil y se queda entre nosotros. Recordándonos “que hace falta mucho por hacer”.
Todas las intervenciones concluyeron con aquella proclama combativa, que escribió al final de su carta de despedida a Fidel: ¡Hasta la victoria siempre!
