Rivalidad entre Nadal y ‘Nole’ continuará en Montecarlo

El domingo pasado culminó la trigésima edición del torneo Masters 1000 de Miami. Desde sus inicios en 1985 -cuando se llamaba Lipton International Player´s Championship- ha ido creciendo en prestigio e importancia: es considerado por muchos como uno de los eventos más importantes del calendario tenístico e incluso ya se lo conoce como ‘el quinto Grand Slam‘.

Este año reunió una vez más a los mejores tenistas en las ramas masculina y femenina, la única ausencia de un top 10 fue la de Juan Martín Del Potro, que fue operado de su muñeca izquierda.

La final de varones entre Rafael Nadal y Novak Djokovic (N°1 y N°2 del ranking ATP) es la final soñada para cualquier organizador de torneos, un éxito de taquilla y de ratings televisivos garantizados.

Djokovic venía de ganar el título en Indian Wells tras vencer a Federer en la final. Llegó a Miami lleno de confianza y dispuesto a seguir acortando la diferencia de puntos que lo separan del primer lugar de la clasificación liderada por Nadal, su eterno rival.

‘Nole’, que estuvo libre en la primera ronda, comenzó su participación derrotando al francés Jeremy Chardy en 2 sets. En tercera vuelta, las cosas se le facilitaron debido a la no presentación del alemán Florian Mayer y en octavos de final solamente se vio algo apurado en el segundo set contra el español Tommy Robredo. Pero nunca estuvo en duda su clasificación a cuartos de final.

En esta instancia su rival fue Andy Murray, quien había derrotado al francés Tsonga en la ronda anterior. El primer set estaba muy equilibrado y cuando el marcador estaba igualado 5-5, Djokovic ganaba el primer punto del game con una volea. Pero Murray -con razón- le dijo al juez de silla argentino Damián Steiner que el serbio había golpeado la pelota antes de que esta pase la red -situación prohibida por el reglamento-, sin embargo, el juez no lo consideró así y le otorgó el punto a Djokovic, quien aprovechó el enojo y la desconcentración de Murray para romperle el servicio y posteriormente ganarle el set.

‘Nole’ no tuvo mayores problemas para cerrar el partido en el segundo set, mientras Murray no podía ocultar su enojo.

Esto nos demuestra una vez más lo importante que es el aspecto psicológico en el tenis y que muchas veces hasta los grandes campeones pierden la cabeza y ven afectado su rendimiento a causa de ello.

En semifinales, el rival de Djokovic, el japonés Kei Nishikori, uno de los jugadores jóvenes y en ascenso, no se presentó debido a una lesión en la ingle. ‘Nole’ se clasificó a la final sin la necesidad de entrar a la cancha. Una lástima para el japonés, que estaba haciendo un gran torneo y había derrotado en tercera ronda a otro joven que tiene un gran futuro, el búlgaro Grigor Dimitrov. En octavos de final doblegó a David Ferrer en una maratón de más de 3 horas y tras salvar 4 pelotas de partido. En cuartos de final derrotó nada menos que al gran Roger Federer, remontando un partido en el que perdió el primer set y estuvo muy cerca de la derrota en el segundo.

Nadal, por su parte, necesitaba reivindicarse tras su caída en tercera ronda en Indian Wells hace 2 semanas frente a Alexandr Dolgopolov y comenzó el torneo mostrando un nivel tenístico muy alto, cediendo apenas 8 games en sus encuentros frente a Lleyton Hewitt, Denis Istomin y el peligroso Fabio Fognini.

En cuartos de final, contra Milos Raonic, la historia fue muy diferente. El gran servicio y la potencia de la derecha de su rival lo pusieron en serias dificultades, pero tras perder el primer set con una sola ruptura de servicio, empezó a mover y desgastar al gigante canadiense para finalmente vencerlo 6-4 en el set decisivo.

Instalado en semifinales, Rafa debía enfrentarse a Thomas Berdych, que no había perdido un solo set, y con victorias sobre John Isner y Dolgopolov. Pero una gastroenteritis le impidió al checo entrar a la cancha, dándole el paso a la final.

Si los organizadores tenían la final que soñaban, las semifinales fueron una pesadilla para ellos y para el público que había comprado boletos para esas sesiones. No recuerdo un torneo donde no se hayan jugado las 2 semifinales, es probablemente un hecho inédito en un torneo de esta magnitud, un problema imposible de resolver.

También se esperaba un partido mucho más disputado, muy intenso en la final entre los 2 mejores del mundo, situación que no se dio, pues Nadal solamente en los primeros games pudo mantener el partido equilibrado. Después de que Djokovic consiguió el primer quiebre de servicio tomó el control total del juego, con un tenis muy agresivo frente a un Nadal pasivo, cuyos golpes carecían de la profundidad y la potencia a la que nos tiene acostumbrados.

Djokovic sorprendió a Nadal atacando mucho sobre la principal arma del español, el forehand, especialmente con su revés cruzado y tuvo un alto porcentaje de aciertos cuando subió a la red. Además, sirvió muy bien, solamente enfrentó un punto de quiebre y nunca cedió su servicio.

Por méritos propios, ‘Nole’ ganó su cuarto título en Miami, además desde que perdió la final del Abierto de los Estados Unidos contra Nadal, lo ha derrotado 3 veces consecutivas sin perder un set.

En cambio para Nadal, a pesar de hacer un buen torneo, no debe haber quedado satisfecho tras verse ampliamente superado en la final por su principal rival y por no conseguir uno de los pocos trofeos importantes que le faltan en sus vitrinas.

Con esta son 4 las finales perdidas en el sur de la Florida; en el 2005 perdió con Federer, en el 2008 cayó ante Davydenko y en el 2011 y 2014 su verdugo fue Djokovic. ¿Habrá una quinta y definitiva?

La buena noticia para Rafa es que el 13 de abril comienza la temporada de arcilla con el torneo de Montecarlo, donde ha sido campeón 8 veces, aunque el año pasado perdió la final frente a Djokovic.

La historia de esta rivalidad continúa.