Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Sebastián Vallejo

Revolucionaria como Jesús

26 de diciembre de 2014 - 00:00

“Jesús fue un revolucionario radical no violento que andaba con leprosos, prostitutas y estafadores; estaba en contra de las riquezas, de la pena de muerte y de rezar en público (Mt. 6:5); pero nunca estuvo en contra de los gays, nunca mencionó el aborto o los anticonceptivos, nunca se refirió a los pobres como vagos, nunca justificó la tortura, nunca peleó por recortar impuestos a los nazarenos adinerados; y era un indigente judío de Medio Oriente, organizador comunitario de pelo largo y piel café antipurificación”. Eso lo dijo el comediante John Fugelsang en 2013 cuando le preguntaron acerca de Jesús.

Que la fecha sirva para recordar por qué nos obligamos, por un día al año, a pasar en familia, embutirnos de pavo como gratificación merecida después de gastar el décimo que ya no dan en malls atestados de gente delirando por pagar precios inflados o, si se le cumple el deseo a nuestro ‘Presi’, por cocinas de inducción y su respectivo juego de ollas. Que también sirva de recuerdo que en nuestro país, constitucionalmente laico, hay una sociedad terriblemente conservadora. Y hay un presidente que es el vivo producto de esta sociedad.

Es la contradicción idiosincrática con el conflicto interno. Una Revolución Ciudadana que ha hecho mucho, pero que ha perdido la oportunidad de revolucionar. Un año que mostró un gobierno correr hacia el centro, y el embudo político que es su líder. Un Ministerio de Salud que logró reducir la tasa de fecundidad entre 15 y 19 años en un asombroso 6,8% en 2013, para que, en un informe, la nueva directora de la Enipla, Mónica Hernández, lo estime como -y esto es utilizando algo de licencia poética- lanzar condones sin estrategia. A esto súmele eso de promulgar la abstinencia cerca de una fecha donde recordamos el nacimiento de Jesús de -oh, la ironía- una virgen.    

Y ese conservadurismo moral que emana de la Presidencia tuvo también su grado de dramatismo cuando el presidente Correa amenazó con renunciar si se aprobaba una ley que promulgaba el aborto. Hay que recordar que se buscaba con la ley despenalizar el aborto en caso de violación. El drama funcionó, y nuestros soberanos asambleístas se alinearon y el tema se olvidó. Pero nunca se solucionó.

Aunque se ha demostrado, en el agregado, que su conservadurismo moral es el eje definitorio de la política pública.  

Si no fuera así, tendríamos una sociedad inclusiva, donde se reconozca y proteja los derechos de todas las parejas, incluso de aquellas que no ‘encajan’ en el modelo heterodominante del siglo XIX en el que parece nos hemos estancado. O, y esto sí en palabras textuales de Mónica Hernández, en las relaciones ‘naturales’. Todo envuelto en un ciclo casi perverso, cuando tu ministra de Salud es homosexual.

Entonces que la fecha sirva para recordar que incluso aquel por el que decimos alinear nuestra conciencia era tan conservador como nuestra política pública. Recordar que nació en un pesebre, pudiendo nacer en una casa de $ 250.000, que no es pecado ni es ilegal, y que andaba de a pie con 12 apóstoles pudiendo viajar con toda la comitiva ministerial en avión, que tampoco es pecado ni es ilegal, pero que demuestra que a la Revolución Ciudadana, desde adentro, le falta mucho para ser verdaderamente revolucionaria. Revolucionaria como Jesús.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media